Dray Martina (Madrid)

Un lugar bonito donde desayunar con buen café, repostería casera y gustosos platos calientes

Tras algunas de mis últimas experiencias, he llegado a la conclusión de que tengo buen olfato culinario. Parece ser que he acostumbrado bastante bien a mis cinco sentidos y cuando me acerco a ciertos lugares, susceptibles de ser visitados y devorados, ellos me indican si la cosa culinaria allí funciona o no. En fin, que unos tienen buen ojo para los negocios, otros para encontrar gangas y otras para encontrar restaurantes donde alimentar a estómagos inquietos.

Tal cual ocurrió con el restaurante Dray Martina de Madrid. Fue pasar por delante, asomar la cabeza y saber que allí íbamos a estar cómodos y disfrutar de un buen desayuno. Ayudó el aroma a café que desprendía el local, los sofás que distinguimos a lo lejos, la musiquilla relajante del ambiente y ver una pequeña barra montada con mermeladas, repostería variada, pasteles y cereales. Nos recibieron, además, con un buen surtido de prensa al inicio del comedor. Un detalle, oye. Preguntamos por platos salados para desayunar y amablemente nos invitaron a probarlos.

Sinceramente tengo cierto prejuicio por aquellos restaurantes con estética muy renovada y cuidada -como el Dray Martina-. Esa desconfianza es consecuencia de algunas de mis malas experiencias en este tipo de lugares, donde desgraciadamente la cocina queda en un segundo lugar. Por suerte, esta regla no se cumple siempre y existen negocios de restauración que tienen buen gusto en la decoración pero también en sus platos. Como nuestro desayuno en Dray Martina, que resultó, además de bonito, agradable al paladar. Muy buen café, buen trozo de tortilla de patatas, buen revuelto de huevos con jamón ibérico y buen pastel de chocolate. Y algo imprescindible para un desayuno de primera: buen pan. Buen-buen-buen-buen.

Barra de desayunos con repostería, mermeladas y pasteles.

Revuelto de huevos con jamón.

Café con leche. Así tendrían que servirse en todos los desayunos.

Tortilla de patatas con pan de centeno y semillas.

Bizcocho de chocolate. Seguramente casero.

El desayuno salió por entre 6 y 8 euros por persona (con plato caliente salió más caro), un precio correctísimo para lo contentos que quedamos. Dray Martina nos ofreció así una gustosa energía mañanera gracias a sus tres B’s: bueno-bonito-barato. Habría que probar cómo funcionan en el resto de servicios, pero el desayuno es más que recomendable. Además os aconsejo que paseéis un rato por su página de Facebook, sus fotografías son preciosas.