- Plato de embutido y queso. Un plato muy completo con un poco de embutido, queso de cabra, queso parmesano y paté con tostaditas.
- Plato de embutido y queso. Un plato muy completo con un poco de embutido, queso de cabra, queso parmesano y paté con tostaditas.
Hacía mucho tiempo que quería tener una centrifugadora, que para mí, en prinicipio sólo tenía un uso, el de secar la lechuga una vez pasada por agua. Como estas fiestas pasadas había decidido que iban a ser unas fiestas con regalos útiles, yo me había pedido una centrifugadora de lechugas y no quería ningún regalo más (mentira ;-P).
Efectivamente tuve como regalo la magnífica centrifugadora y reconozco que todas las críticas que recibí, advirtiéndome que iba a ser un trasto que me iba a ocupar espacio en la cocina, tenían razón. Pero soy feliz porque cuando preparo ensaladas ya no veo la típica agüilla en el fondo del plato.
Receta sencilla y rápida.
- Trozo de empanada gallega, preferiblemente recién hecha
- Dos velas grandes, de las que tenemos por casa por si se va la luz
- Una hoja y un boli y sobre todo buena letra
- Una pizca de humor
¡Feliz cumpleaños papa!
Ya tenía yo ganas de visitar Paco Meralgo, lo había visto anunciado muchas veces y también comentado en muchos blogs. En especial me hace mucha gracia el nombre, está muy conseguido porque en realidad se trata de una taberna "pa comer algo".
Pedimos en dos tandas porque no sabíamos qué tamaño iban a tener las raciones de los platillos.
- Croquetas de pollo y jamón: Muy buenas y muy crujientes. El precio iba por croqueta, pero no eran pequeñas.
- Montadito de Steak Tartar. Mi debilidad, el steak tartar. Este no me defraudó para nada, acompañado de una crujiente tostada. Para mí, la ración fue escasa pero la calidad lo vale.
- Lomo de atún a la plancha. Delicioso, un atún muy poco hecho (como debe ser) acompañado de una salsa de soja (¿teriyaki?). Uno de los mejores platos de la velada.
- Bacalao ajoarriero. No recuerdo este plato como un gran plato, el bacalao me resultó bueno y la salsa también pero sin entusiasmar. Hay que tener en cuenta de que tampoco es de los platos con los que yo más disfruto.
- Croquetas de pescado y marisco. En mi opinión, inferiores a las de pollo y jamón. Buenas también, pero menos sabrosas.
- Pincho de brie fundido. Muy bueno, el brie llegó en su punto para comérselo, ni demasiado caliente ni frío y además con un pan crujiente (parece que no pero lo del pan es importante).
- Txangurro de buey de mar gallego. Con este plato arriesgamos. No habíamos probado antes el txangurro y pedimos sin saber muy bien si nos iba a gustar. El resultado no fue satisfactorio pero no porque el plato no estuviera a la altura sino porque no nos agradó el sabor.
Como no, continuamos pa acabar. ¡Me hace mucha gracia el juego de palabras!
- Cañas rellenas de crema. Buenas, como recién hechas.
- Torrija de Santa Teresa. Excelente postre, además no resultó grasiento y estaba sabrosísimo. Creo que este postre es de aquellos platos tan sencillos y tradicionales pero que causan furor.
En general, el resultado estuvo bien. Decir que la atención y la presentación de los platos fue impecable. Salimos contentos pero sí que creemos que volveremos otro día porque en algunos casos no acertamos con los platos elegidos.
He de reconocer que yo siempre he sido de mucho vinagre en las ensaladas y que desde que descubrí el de Módena sólo utilizo este para las ensaladas. Pero también he de decir que con el tiempo he ido modificando mis gustos y costumbres; es más, hay ensaladas a las que no les añado vinagre, ni de módena ni de ningún tipo, y con un buen aceite de oliva quedan muy bien aliñadas.
Vamos, un imprescindible.
Y ya no sólo a nivel profesional. A todo aquel que le gusta cocinar, si se le explica que una disfruta comiendo y probando nuevos platos, recibe "recompensas".
Y he aquí una recompensa. De las manos de una mujer georgiana, gran entusiasta de la cocina de su país, recibí este plato llamado lobiani, que viene a ser como un pan sin levadura relleno de judías.
Muchas gracias desde aquí.
La comida italiana está entre mis favoritas. No me canso de ella, ni de la pasta ni de las pizzas ni de sus quesos, ni de su vinagre de módena... Desde que fuimos a Italia ando buscando por Barcelona un restaurante italiano donde pueda comer igual (o casi igual) de bien que lo hice allí.
Entrantes:
- Carpaccio de ternera. Bueno pero con un aliño un poco soso.
- Tomate, mozzarela y aguacate. Sorprendente entrante con el que disfrutamos mucho. Muy buena combinación de ingredientes, buen producto y cuidada presentación. Desde que descubrimos este plato en casa lo hemos preparado varias veces (el aguacate tiene que ser "del bueno"!).
- Spaghetti con langostinos. Plato escogido en el apartado de "platos del día". Tenía muchas ganas de disfrutar de buena pasta con marisco y recuerdo que los primeros bocados a este plato no me entusiasmaron, pero a medida que fui devorándolo me resultaba más rico. Con tomate natural, gigantescos langostinos, ajos y pistacho picado (un gran toque!), fue para mí el mejor plato de la cena.
- Rissotto al cava. Buen plato pero que, por su falta de sabor, no llegó a la altura del que pudimos disfrutar en Florencia.
De postre tomamos un tiramisú para compartir, un tiramisú que tampoco dislumbró.
Precio (2 personas): 74,85 €. Como siempre digo, en un restaurante depende mucho de lo que te pidas para salir contento o no. Yo salí contenta de Tramonti 1980 porque disfruté del plato de pasta muchísimo, pero reconozco que fue caro y el resto de platos no estuvieron a la altura.