Jabón de acero

Últimamente con la dieta que estamos haciendo comemos más pescado que carne. A mí especialmente, me viene ocurriendo que también prefiero el pescado a la carne, sólo que le encuentro un único inconveniente: el olor.

Seamos sinceros, todos hemos llegado de la pescadería con bolsas de pescado de esas finitas (¿porque las hacen tan finitas si dentro llevamos pescado fresco?) y hemos ido dejando tufo por la escalera. Y no digamos si vas a la Boquería y te vuelves en Metro. Si se te sienta alguien al lado...sabe que llevas pescado (hablo desde la propia experiencia)!

Luego está el hecho de cocinarlo. Normalmente en las pescaderías ya te lo preparan..."Chica, ¿cómo lo quieres para el horno o para la plancha?", ¿Te dejo la cabeza o te la corto para hacer caldito?" El caso es que a veces no queda más remedio que ponerte junto al pescado a magullarlo y deshacerlo hasta que quede a tú gusto para poder cocinarlo.

Y, ¿luego cómo se te quedan las manos? Pues con olor a pescado, claro.

Pues hace tiempo que en casa de mi prima descubrí el jabón de acero. Aquel día el olor de mis manos no era de pescado sino de ajos, que podríamos decir que es incluso peor desde el punto de vista de que el olor no se te va en días de las uñas y las manos (yo es que tengo muy buen olfato). Allí pude comprobar como limpiándome con este maravilloso jabón de acero, el mal olor me desapreció de las manos en un santiamén. Recomiendo probar la experiencia.

Os presento a mi nuevo jabón de manos que se ha instalado en mi cocina: el jabón de acero.

Paella sencilla

Hace tiempo nos explicaron que el arroz adecuado para cocinar una buena paella es el arroz bomba. Así fue que al día siguiente yo ya tenía arroz de ese tipo en el cajón de la cocina, junto al arroz arborio que tengo también para otro tipo de platos. No es muy complicado encontrar este tipo de arroces, yo lo compré en el mismo Mercadona.

Así que con unas cuantas verduritas que había por la nevera (vamos pimientos, cebolla y tomate) y unas pocas gambas y mejillones que teníamos congelados pude cocinar una sencilla paella.

Primero empecé por el caldo. Como tenía algo de rape en el congelador, improvisé un caldo a base de rape y una pastilla de pescado. Colé el caldo bien y lo reservé para más tarde.
Bien cortadas las verduritas las dejé casi unos 20 minutos con algo de aceite de oliva pochándose. Parece mentira pero esta parte es muy imporante porque si las verduritas se quedan duras no queda bien la paella. Más tarde les añadí las gambas y mejillones. Dejé todo al fuego durante unos 5 minutos más.

Todo bien rehogado, es hora de añadir el arroz. Hay que calcular más o menos para cuántas personas es el arroz. Se mezcla bien, se deja un par de minutos que el arroz tome color y se añade el caldo. Hay que intentar hacer suficiente caldo porque si el arroz no está hecho hay que ir añadiendo caldo.

Dejé las gambas con el arroz pero otra vez probaré a quitarlas para añadirlas una vez hecho el mismo. No quedaron mal ni muy hechas, además las limpié bien para que no aparecieran antenitas de gambas por el arroz.

El arroz quedó perfecto, quedó entero y suelto como debe ser.

Pasos sencillos, receta sencilla, paella sencilla.

Nachos con queso y bacon

Hace tiempo hicimos en el pisillo una especie de cena mejicana. Cada uno de nosotros aportaba un plato. En nuestro caso aportamos salsa guacamole, que ya en su día expliqué por aquí como hacerla, y nachos con queso y bacon.

Ambos platos son muy sencillos de cocinar, sobre todo los nachos con queso y bacon.

Ingredientes:
1 bolsa de doritos
1 bolsita de queso rallado para gratinar
1 paquete de bacon
1 tetrabrik de nata líquida para cocinar

Preparamos los "nachos" (en mi opinión quedan mejor los doritos que los nachos que venden en los supermercados pero esto va a gustos) en un recipiente apto para horno. En una cazuelita a parte freimos el bacon un poco y le añadimos la nata líquida. Si se quiere se puede añadir algo de queso para que quede más consistente.

Agregamos por encima de los nachos la salsa a base de bacon y nata y por último el queso para gratinar. Ponemos al horno y vigilamos hasta que veamos que se ha fundido el queso con la nata (los doritos se pueden quemar, al tanto!).

El truco es la nata líquida junto al queso. Esta combinación hace que los nachos con queso te queden como en un auténtico restaurante mejicano.

Receta sacada de Mundo Recetas.

Gordos.. todos llevamos uno dentro

Ayer tarde fuimos al cine a ver la película "Gordos" de Daniel sánchez Arévalo. El título en realidad es "Gordos... todos llevamos uno dentro". Nos gustó mucho sobre todo por el momento que estamos pasando.

Últimamente habíamos perdido un poco el control y estábamos engordando bastante, así que hace poco decidimos ponernos a dieta. Esta película refleja algunas de las etapas por las que pasa un gordo adelgazándose y también, las etapas por las que se pasa cuando uno se engorda. Y cuando digo gordo me refiero a cualquier persona, porque como bien quiere reflejar esta película "todos somos gordos de una forma u otra".

- En los siguientes posts tendré que tirar de archivo-

Tarta de queso mascarpone con frambuesa

No nos cansamos de hacer esta tarta. Es que está tan rica y es tan fácil que me pasaría el día haciendo tartas de queso mascarpone y las regalaría. El caso es que últimamente hemos cocinado unas cuantas: para la familia, para algún cumpleaños, hasta incluso para quitarnos de encima leche y queso mascarpone que se iba a caducar en la nevera... vamos que ha llegado un punto que somos como una fábrica de tarta de queso mascarpone.

Ya en su día expliqué por el blog cómo se hace esta deliciosa tarta de queso mascarpone con mermelada de frutos rojos.

La receta original la saqué de una página web de recetas llamada Las Recetas de Mamá. Esta vez, a diferencia de la anterior, la mermelada era de frambuesa y no de cosecha propia.

Me explico: estas últimas veces he tenido menos tiempo para cocinar y hemos comprado un bote de mermelada de frambuesa. Para poder verter bien la mermelada sobre la tarta, una vez dejada enfriar, hemos añadido algo de agua a la mermelada y la hemos calentado en un cazo. Así de esa forma, algo diluida y líquida es mucho más fácil conformar la cobertura. Luego se deja enfriar una horita o así en la nevera y perfecta.

Si la mermelada es de calidad y no tiene pepitas, mejor que mejor. Aunque yo lo he probado con muchas mermeladas y con todas queda muy bien.

¡Es que esta tarta tiene una presencia!

Macarrones con salsa pesto

He de reconocer que hace unos años no me gustaba la salsa pesto. O quizás es que no había probado la salsa pesto de verdad. El caso es que un día, en un restaurante italiano de Barcelona, me arriesgué y pedí un plato de pasta con salsa pesto. Desde entonces es uno de mis platos favoritos.

Estaba claro que de Italia nos íbamos a traer pasta. Elegimos una sencilla, macheroni, un tipo de macarrones. Fue difícil elegir entre tanto tipo de pasta pero al final optamos por lo sencillo. Nos salió a 5,50€ el paquete de 1 kilo. No está nada mal teniendo en cuenta la calidad de la pasta.

Los macheroni los cocimos tal cual indicaba en el paquete. El truco para que queden al dente es la cantidad de agua y el tiempo de coción. Si la pasta además es de calidad, el resultado es perfecto.

En la misma tienda donde compramos la pasta, cogimos también un botecito de salsa pesto. De este no recuerdo bien el precio, creo que fueron sobre los 6 euros.

Después de cocinar la pasta, lo único que tuvimos que hacer fue añadir un poco de salsa pesto al plato y listos. Digo un poco porque la salsa pesto puede resultar fuerte. Esta en especial estaba deliciosa, se notaba perfectamente el parmesano, la albahaca y el aroma del aceite.

Algún día también me pondré a experimentar y probaré de hacer salsa pesto. Parece sencillo.

Puerto Plata (Barcelona)

Bar- Restaurante Puerto Plata
c/ Tragí, 1 (jto Mdo Sat.Caterina)
08003 Barcelona
Tel.: 93 268 36 74

Puerto Plata, un concepto de comer en restaurante completamente diferente del que estamos acostumbrados. Se presentan como especialistas en comidas caribeña y española. Pero más que una casa de comidas, ir al Puerto Plata es toda una experiencia.

Yo lo explicaré desde mi punto de vista. Ésta fue la segunda vez que iba, en las dos ocasiones se trataba de un grupo grande, es más, todo lo que he visto allí han sido grupos. No se trata de un sitio donde vayas a tener ni una cena romántica ni una velada tranquila. Si vas a Puerto Plata, te espera marcha..

El local es muy pequeñito, tres plantas aun así. La de arriba la de los grupos grandes, la de abajo para grupos más reducidos y barra y en la tercera los baños y almacén. La decoración es la típica de una fiesta: banderitas, guirnaldas y mantelillos de papel.

El menú consiste en todo tipo de platos. No hay carta. Ellos sacan platos y platos de comida hasta que empiezan a ver que ya no comes. Entre los platos podemos encontrar: ensaladilla rusa, macarrones, carne estofada, butifarra, arroz blanco, costillitas, ensalada verde, etc.

A destacar es el hecho de que la comida viene en masa y se acumula en la mesa. Yo nunca he visto tantos platos por metro cuadrado como en este restaurante.

En cuanto a la calidad de la comida pues bueno...hay de todo. Podríamos decirlo así. Hay platos simples como el arroz blanco y platos elaborados como pueden ser los macarrones. Y la mayoría bastante buenos.

La forma de cocinar es más bien de tipo tradicional, no hay platos ni muy especiados ni muy picantes a excepción del plato estrella: el plátano frito con salsa agridulce (no de postre). En mi opinión es el mejor plato, quizás por ser el plato diferente.

No sólo la forma de comer es diferente, el menú en sí también. Hay precio fijo: 21€/persona, en los que se incluye bebida, comida, postre, café y copa. La bebida la van trayendo en jarras o botellas, ya sea sangría o refresco. El postre, café y copa hay que anotarlo en una lista (a modo de poner un palito junto al postre, café o copa correspondiente) de tal forma que luego ellos se encargan de traerlo en masa para que uno mismo se lo sirva. Los postres son sencillos: tarrina de helado o fruta.

Y el colofón final viene cuando el sr. Wilson, encargado del lugar, baila en medio de las mesas y saca a bailar a alguien. De principio a fin, un restaurante diferente.

Restaurante Blauset (Castelldefels, Barcelona)

Blauset
Passeig Marítim 155
Playa de Castelldefels (Barcelona)
telf.: 639 351 726

Ya he explicado muchas veces que no suelo repetir restaurantes, me gusta investigar nuevos campos. Que en el caso de que sea asidua a uno es porque es realmente bueno para mí. Este es el caso del restaurante Blauset. Desde que lo probé (de nuevo gracias al trabajo) hace poco más de dos años no he dejado de ir cada verano.

Si tengo que elegir un restaurante en la playa, elijo este. Si tengo que elegir entre los que sirven arroz con bogavante o una simple paella elijo este. Me gusta, sin más, su ubicación, su carta y su local en la playa con terraza. Lo he probado en pareja, en grupo (30 personas!), con familia, en día de cada día, en fin de semana, como comida de trabajo...y nunca me ha defraudado.

Esta vez era sábado y decidimos ir para celebrar el "final" del verano. Tienen un menú interesante pero no es válido para el fin de semana. Y también menús para grupos muy completos. Así que de la carta nos decidimos por:

Aperitivo y entrantes:
- Unas olivitas, con patatas y banderillas. Genial para el que llega con hambre, como me ocurrió a mí.

- Tallarinas. Pequeñas pero muy sabrosas. Cocinadas con aceite simplemente.

- Cigalas a la plancha. Muy buenas y con una salsita para mojar inmejorable.

- Arroz negro. Pedimos arroz para dos personas. Yo ya lo había probado anteriormente y la verdad es que a mí me parece muy bueno, el arroz está en su punto y viene acompañado con tropezones y bastantes almejas. Ya se ve que la ración también es abundante. Te lo enseñan antes de servírtelo en plato, como buena costumbre.

- Macedonia con crema de melón. Postre que no salía en la carta y que nos advirtieron que era del día. Un gran acierto, la crema hecha a base de melón estaba buenísima y con la macedonia (sandía, melón, kiwi y piña) formaba un postre fresquito y muy agradable después de una comida con arroz.

He de decir que días más tarde intentamos hacer este postre en casa y no acertamos. La crema no nos quedó tan fina ni tan fresca y agradable al paladar como aquella (quizás llevaba azúcar, algún licor?). Además la macedonia de frutas tampoco cuajó del todo, la fruta resultaba demasiado agria o demasiado dulce, en cambio las del Blauset pegaban muy bien.

- Carpaccio de piña con helado de frambuesa. Me resultó un poco fuerte el postre, el carpaccio estaba bien pero la frambuesa demasiado fuerte para mi gusto, algo más suave hubiese estado mejor.

Precio: 91,00 euros aproximadamente (con botella de vino blanco Viña Esmeralda, refresco, cafés y copa de cava, invitación del restaurante). Los pagados muy a gusto porque comimos (y comemos) realmente bien en el Blauset.

Un buen festín para el "final" del verano...

Escalivada

Típico plato que me suelo pedir en los restaurantes pero que nunca había probado a cocinar. ¡Con lo sencillo que es!
2 pimientos rojos grandes
1 berenjena grande
3 cebollas dulces grandes
aceite de oliva
sal
Se envuelve cada una de las piezas en papel de plata echando un poco de aceite de oliva en cada una de ellas. Asamos en el horno durante aproximadamente una hora a 180 grados, dándole la vuelta de vez en cuando.
Sacamos del horno y dejamos enfriar. Quitamos la piel (quizás esta sea la parte más complicada de toda la receta. aunque si está todo bien asado saldrá bien la piel) e intentamos hacer tiras para ir colocándolo en una bandeja. Añadimos un poco más de aceite y sal y listos!
Sugerencia: ponerle queso de cabra gratinado por encima, es una combinación perfecta!