- Canapé de queso de cabra, manzana y frutos secos.
Fotografías realizadas con la cámara Lumix Panasonic DMC FZ-8.
- Canapé de queso de cabra, manzana y frutos secos.
Fotografías realizadas con la cámara Lumix Panasonic DMC FZ-8.
- Coca de recapte con calçots y botifarra esparracada. Con una presentación impecable en un plato de pizarra, era una coca de recapte adaptada a la temporada de calçots, muy original y buena.
- Xató estilo Calders. Una ensalada de xató con una crujiente escarola, un atún de primera, auténticas arbequinas, tomatitos cherry, bacalao y tortilla, regado todo con una magnífica salsa romesco. Sin lugar a dudas, el mejor xató que hemos probado. Esta ensalada la recordamos especialmente deliciosa (creo que volveríamos al Calders aunque fuera sólo a comer este plato!).
- Secreto ibérico a la parrilla de carbón volcánica. Crujiente por fuera, tiernito por dentro, buenísimo sin más.
- Bacalao gratinado con alioli y fondo de romesco. Un plato cuidado de principio a fin, todo muy suave pero a la vez potente de sabor: el romesco, el alioli, el bacalao...
POSTRES
- Buñuelos de chocolate. Me recordaron a unas bombas de sésamo que probamos en el restaurante chino Chenji, pero estos buñuelos de chocolate estaban mejor. Rellenos de chocolate negro, había que comérselo de un golpe y hacerlos explotar en la boca. Muy buenos.
- Helado de pistacho. De elaboración propia, resultó suave (al ser de pistacho me lo esperaba más fuerte).
- Vino blanco Musteus DO Penedés. En la carta indicaba los tipos de uva con el que está elaborado este vino blanco: macabeo, xarel·lo y parellada. Me parece una idea atractiva que en el menú se incluya una botella de vino. No solemos encontrar menús que incluyan botella de vino y si es así, el precio del menú tiende a ser más bien alto.
Las cocinitas antiguas me chiflan, por eso las fotografié. También nos llamó mucho la atención el original stand de Gastro Brey, una bodega con denomicación de origen de Rías Baixas, por su mobiliario boca abajo que representa a su eslogan "en esta vida hay cosas que es mejor verlas bocabajo". Muy original.
Fotografía realizada con la cámara Panasonic Lumix DMC-FZ45.
Ahora que lo pienso, desconozco si por Barcelona hay alguna exposición como esta, aunque teniendo en cuenta que por aquí tenemos muchas denominaciones de origen quizás lo más lógico sea que cada zona tenga su propio espacio.
En nuestra visita a Riopar (Albacete) quisimos descubrir un poco más la gastronomía castellano manchega, así que después de realizar una pequeña excursión al nacimiento del Río Mundo y de que allí mismo nos entregaran un panfleto publicitario de este restaurante, decidimos visitarlo. La Venta del Laminador se encuentra justo en la entrada al pueblo y es de esos sitios que es un todo en uno: hostal, apartamentos, tienda de productos de la zona, excursiones, bar y restaurante.
Como era entre semana, pudimos disfrutar de una comida tranquila y relajada. Este fue el menú que nos confeccionamos nosotros mismos con los platos de la carta (tienen platos y tapas):
- Ajopringue. Después de pedirnos el día anterior atascaburras, esta vez tocó pedirnos, como tapa, un platillo de ajopringue, elaborado a base de hígado, miga de pan y especias. Es un plato fuerte, hay que estar preparado para ello.
- Sopa castellana. Yo elegí como primero una sopa castellana, de la que soy fanática. Estaba muy buena aunque quizás le faltaba asentarse un poco. En la cocina castellana ni las sopas se caracterizan por ser platos ligeritos....
- Gazpacho manchego. Ese pequeño gran secreto de la zona, un potaje de carne de caza elaborado con una pasta especial para ello. Véase su elaboración aquí. He de reconocer que yo no soy mucho de carne de caza pero este plato no resultó fuerte ni mucho menos. No nos pudimos resistir a preguntar por la persona que lo había cocinado y bien rápido salió de la cocina y bien amable se mostró al explicarnos sus trucos para que nos quedara bien suculento cuando lo hiciéramos en casa.
- Lomo de orza. Creo que no lo había probado nunca, es como una especie de lomo adobado. Lo sirvieron frío acompañado de patatas, pimiento y una salsa de mayonesa. Un buen segundo plato.
- Cordero a la brasa. Otro segundo plato muy completo con carne de cordero recién hecha en la brasa.
- Flan de huevo casero. Postre típico de los restaurantes de cocina tradicional. A mí personalmente no me gusta que lo sirvan con nata montada, el flan de huevo bien hecho, como este, no necesita nada más.
- Arroz con leche casero. Una cazuelita (bueno más bien cazuela) con un suculento arroz con leche. Postre que no se hizo pesado, a pesar de estar hecho con arroz, y que entró bien rápido en nuestros paladares. Muy buen postre.
- Vino tinto Allozo D.O. La Mancha. Como no, nos pedimos un vino de la zona. Seguimos las indicaciones que nos dieron allí mismo y escogimos este vino de uva tempranillo.
Es curioso cómo llegamos a conocer a otras personas. Creo que de esto ya he hablado alguna vez por el blog pero es que es una de las cosas que más me fascina: el azar, el destino, todos esos fenómenos me traen de cabeza. Y lo que más me asombra es como el arte de cocinar, el arte del buen comer, une a la gente. Como ese gran placer llamado gastronomía hace que personas que no se conocen de nada se sientan unidas.
Y yo me siento unida, unida a todos los que disfrutáis de la vida como yo, a todos los que además lo plasmáis en un blog y lo compartís. Como es el caso del blog Cotó de Sucre. Curiosamente llegué a él a raíz de una conversación con una señora de un puestecito de venta de miel en la Fira de la Candelera. Ella me explicó que tenía unas amigas que acababan de abrir un blog y yo rápidamente me apunté el nombre para llegar a casa y descubrir que son unas auténticas artistas de la cocina.
Gracias a este blog descubrí la receta de esta tarta: Linzertorte. Esta tarta recuerdo haberla visto por Alemania pero buscando por la internete he encontrado que es originaria de Austria. Como por casa tenía todos los ingredientes para hacerla, decidí adventurarme a ello.
Transcribo la receta del blog de Cotó de Sucre pero con los ingredientes que utilicé yo:
125g de mantequilla 125g de azúcar 125g de almendras molidas 125g de harina 1 huevo 1 yema para dorar 1 cucharada de orujo 1 cucharadita de canela en polvo 1 poquito de nuez moscada 1 bote de mermelada extra de arándanos rojos
Resulta que hace tiempo, en una de nuestras excursiones al parque de atracciones llamado Ikea, compramos en su tienda sueca un bote de mermelada de arándanos rojos. En un principio era para realizar mi ya tan famosa tarta de queso mascarpone con frambuesa, para darle un toque diferente con los arándanos, pero como por casa también tenía una bolsita de almendras molidas decidí probar con esta tarta.
Elaboración:
Se baten la mantequilla, la harina, las almendras molidas, el huevo, el orujo y las especias hasta que quede una masa consistente. Se mete en la nevera para enfriarla y que se endurezca una hora aproximadamente. Después separamos un tercio de la masa para hacer el fondo de la tarta. Lo colocamos (con cuidado porque es fácilmente desmontable la masa). Añadimos encima la mermelada. Con el resto de la masa hacemos tiras para formar una red sobre la mermelada.
Tuve problemas para hacer la red (no me ha quedado tan bien como la que hicieron Cotó de Sucre que esa sí que es digna de admirar!), se me rompían las tiras.. pero es que tuve el fallo de utilizar un molde demasiado grande y quedarme con poca masa para las tiras.. Según su receta hay que utilizar un molde de unos 25cm.
Fotografía realizada con la cámara Panasonic Lumix DMC-FZ45.