Pastel de cumpleaños con números

Cuando se acercan los cumpleaños, soy de esas personas que piensa y repiensa en cómo sorprender al cumpleañero con un pastel. Será que a mí me dan una gran alegría que me confeccionen un pastel de cumpleaños y yo entonces intento hacer lo mismo con los demás.

Esta vez se trataba del cumpleaños de mi maridito que, al fin y al cabo, es también mi compañero de guerras y comilonas y mi pinche en la cocina. Como uno de sus pasteles favoritos es la tarta Sacher, no dudé en proporcionársela para tal día. Para no quedarme en una simple Sacher y cogiendo como base el pastel con fondant que realizaron las chicas del blog Maria Retales Alba Scrap, le añadí por encima una capa de fondant con números incluidos.

Con la tarta Sacher no tuve problema. Otra cosa fue el fondant de nubes..

Fue mi primera experiencia con el fondant y diré que fue un poco duro. Consulté varios blogs y páginas. Compré las nubes del Mercadona, que leí que funcionaban bien. Las corte quitando la parte rosita. Las deshice en el microondas con un poco de agüita... pero algo falló porque me costó mucho conseguir la consistencia adecuada para la masa.

El segundo problema fue colorear la masa. Sé que los colorantes tendrían que haber sido secos, porque yo los compré líquidos y experimentando aquel día no conseguí igualar el color... al final opté por dejar el fondant blanco y hacer simplemente dos números con el color que resultó de añadir un poco de colorante rojo.

Eso sí, entre el fondant y la Sacher que escondía el fondant, el pastel resultó especialmente consistente ;-)

Aunque tampoco acabó de quedar mal, creo que voy a tener que consultar un poco más o pedir ayuda a alguien más experto para volver a atreverme con el fondant.

La Lluna en un Cove (El Prat de Llobregat, Barcelona)

La Lluna en un Cove
calle Frederico Soler, 58
08820 El Prat de Llobregat

La Lluna en un Cove se bautiza así mismo como un restaurante de cocina creativa catalana. Y efectivamente, es que lo es. Lo más característico de este restaurante es que trabajan con productos de la misma localidad, como la tan famosa alcachofa del Prat y el pollo Pota Blava. En su carta tienen señalados aquellos platos que se han elaborado con estos productos y si se acude a la Lluna en un Cove, yo no dejaría pasar la oportunidad de probar uno de ellos.

El local, de estética moderna, y sin ser muy grande, es muy acogedor. Lo más llamativo del interior (por lo menos para mí lo fueron) son unos originales cuadros de temática gastronómica que cuelgan de sus paredes. Hay que verlos.

Pero vamos a por la comida ;-)

Un viernes noche. Seis comensales con reserva previa. Nos sentaron en una mesa redonda (¡cómo me gustan las mesas redondas para poder hablar con todos!). Compartimos una serie de platos como primeros y después cada uno eligió un segundo a su gusto. Sinceramente.. al final acabamos picoteando todos de todos porque todos los platos llamaban a ser probados.

Primeros:

- Camembert frito con mermelada de arándanos. Un enorme camembert llegó en su perfecto punto de temperatura en el que se deshacía para ser devorado por todos. Sí, devorado. Perfecto con la mermelada de arándanos.

- Tostadita de cebolla confitada, foie y jamón de bellota. ¡Vaya trío! Buenísimo el foie, buenísimo el jamón, la pena fue que la cebolla confitada entre la tostada y el foie pasó desapercibida (yo la hubiese puesto por encima). Para pedírselo individualmente y, aun así, repetir.

- Revuelto de huevos fritos, foie y trufa. La foto no hace justicia al plato pero es que con platos oscuros cuesta más hacer buenas fotografías. Un trío de ases que dejó a medias a nuestros paladares. Esperábamos más de este trío. En comparación a los demás platos la ración fue menor aunque no pequeña.

- Tartar de atún con mango. Plato fuera de carta que nos ofrecieron. Un tartar de atún diferente, con un gran toque afrutado por el mango. Un buen tartar aunque eché de menos algo de soja.

- Milhojas de pollo Pota Blava con alcachofa. Excelente plato que combinaba los dos productos estrella de la zona, el pollo y la alcachofa. El plato que más sorprendió, por su aspecto y por su verdadero sabor a pollo y alcachofa, una alcachofa bien frita y crujiente, acompañado todo de una salsita que era puro sabor a pollo del de verdad.

- Canelones de jamón de bellota. Esto es ser creativo. Qué plato más sencillo pero qué original a la vez. Un plato con una buena ración de canalones (más bien para compartir) rellenos de sabrosa carne con jamón.

- Pies de cerdo rellenos de seta y foie. Un plato que a primera vista nadie diría que se tratan de pies de cerdo. La salsa era la encargada de dar el toque de foie al plato.

- Solomillo de buey (250gr) con cebolla confitada, brie y vino tinto. Lástima que la fotografía que sacamos no fuera buena. Una gran pieza de carne bien hecha por fuera y rojiza por dentro que llevaba cebolla confitada y queso brie por encima y regado todo ello por una ligera salsita de vino. Excelente.

-Pastel casero de chocolate blanco. Puede ser que me equivoque en este postre porque no recordamos bien de qué estaba hecha esta tarta casera.
- Sopa de coco con piña frita. Un postre exótico y bueno.
- Fresas salteadas con helado. No recuerdo exactamente de qué sabor era el helado, sí que recuerdo que era un sabor fuera de lo común y que pudimos elegirlo. Postre muy fresco con unas dulces fresas que bañaban el plato.

- Higos confitados con helado de queso de cabra. El mejor postre de los mejores. Un postre de contrastes en el que el higo ponía su punto dulce y el queso su punto ácido.

- Pan, chocolate, sal y aceite. ¡Vaya peazo de postre! Ya habíamos probado este tipo de postre, con esta combinación de sabores tan especial, en el restaurante Tapaç24. Aunque para mi gusto tenía exceso de aceite, fue un buen postre. Eso sí, ¡yo lo pediría para compartir!

Precio (5 personas): 150,50€, salió a unos 30 euros por persona. Sinceramente quedamos sorprendidos con el precio teniendo en cuenta que casi fueron tres platos (primero, segundo y postre) por persona y quedamos más que satisfechos en cuanto a cantidad.

No soy una experta de la zona pero diría que por el Prat de Llobregat no hay restaurantes similares a La Lluna en un Cove. Sorprendidos se quedaron nuestros acompañantes de encontrar un restaurante así en una ciudad a la que poca gente se desplaza sólo para comer. Pero, visto lo visto, merece la pena.

Fotografías realizadas con la cámara Panasonic Lumix DMC-FZ45

Gambones al vapor con salsa verde

Una recetita fresca y muy ligera para este veranito. Además muy facilita.

Ingredientes:

400g de gambones
2 hojas de laurel
vino blanco
1/2 limón
perejil fresco
aceite de oliva
pimienta negra molida
sal

Receta:

Preparamos el agua para el vapor. En función del utensilio que vayamos a utilizar, añadimos al agua entre 1-2 vasos de vino blanco y un par de hojas de laurel. Lavamos los gambones y les hacemos un corte en el dorso. Llevamos a ebullición el agua y colocamos el cestillo con los gambones. Tapamos y dejamos unos seis minutos al vapor.

Por otro lado, preparamos la salsa. Disolvemos la sal y pimienta al gusto en el zumo de medio limón. Mezclamos y añadimos aceite de oliva hasta que veamos que quede una mezcla homogénea. Añadimos e perejil recién cortado y trituramos.

Fotografías realizadas con la cámara Panasonic Lumix DMC-FZ45

Miramar Restaurant (Llançà, Girona)

Seguimos con el restaurante Miramar. Después de comentar los aperitivos, ahora me toca el turno de los platos y postres.

- Sopa de almejas. Unas almejas cocinadas a la brasa (se notaba) con un toque de limón. En el plato inferior estaban regadas en su propio caldo. Muy bueno.

- Remolacha en texturas. Un plato de sensaciones y sabores intensos porque la remolacha, en diferentes texturas, iba acompañada de caviar. Plato demasiado intenso de sabor; costó.

- Pulpitos. Pulpitos en su salsa con cebolla confitada y aroma de barbacoa (vinieron en un plato tapado que se destapó desprendiendo un aroma a barbacoa). Intenso sabor a mar.

- Anguila en su pil pil. Uno de los platos de pescado que triunfó en nuestra mesa. ¡Qué bien cocinada estaba la anguila!

- Maíz tierno y foie gras. Crema de maíz, cuscús de maíz, jugo de pato y foie gras. Un plato dulce donde los sabores del maíz y el foie cuajaban perfectamente.

- Trufa y yema de huevo. Compuesto de cansalada, trufa, yema de huevo, timbal de patata y caldo de cerdo ibérico. Excelente, sencillamente excelente. Una mezcla potente pero a su vez armoniosa.

- Arroz de gurumelo y trufa. Había oído hablar de los arroces de Paco Pérez y esperaba probar alguno de ellos y efectivamente, el arroz fue de los platos que más nos convencieron. Preguntamos por la procedencia del gurumelo y se trata de una seta típica de Huelva. Con un toque también a romero, el arroz era para repetir.

- Lubina con "lulo" y algas. El "lulo" es un fruto colombiano. Plato ligero y ácido. Creemos que estaba estratégicamente colocado como último plato para rebajar y entrar en los postres.

Postres:

- Tarta de limón y merengue. Merengue de limón y helado de violeta (aquello parecía como saborear un perfume).

- Chocolate, shiso y Pandan. Un postre muy oriental y herbáceo.

- Petit fours: Regaliz, nutela, chocolate pasión, chocolate blanco con sésamo, ratafia y masmalo (nube). Pequeñitos, muy variados y buenos.

Bebida: Mas Escorpí Chardonnay 2010 (Gramona). Como anécdota explicaré que el restaurante Miramar tiene una de las mejores cartas de vino que hemos visto nunca. Se trata de un libro con ilustraciones y explicaciones de las denominaciones de origen y vinos que disponen. Nos estuvimos un rato para elegir. Finalmente nos decantamos por uno conocido, un Gramona, y casualmente resultó que fuimos a elegir uno del que no disponían actualmente. Nos ofrecieron el Mas Escorpí y accedimos. Elaborado con una única uva, más afrutado que el que queríamos, pero igualmente perfecto para la ocasión.

En general estuvo todo muy bien, los platos nos convencieron más que los aperitivos. Sólo podría decir que los platos de pescado nos fallaron un poco (excepto la inesperada anguila que inicialmente no aparecía en el menú que nos entregaron), pero no porqué nos desagradaran sino porque fueron más flojillos respecto al conjunto.

Destaco y agradezco que sólo hubieran en el menú dos postres y los petit fours. Me ocurrió que en la última visita a un estrellado no llegué a probar casi nada los postres porque bien toda la mesa estaba repleta de ellos y bien porque los platos fueron más abundantes. Siendo yo poco de postres, fue una grata sorpresa encontrarme con sólo dos postres y los petit fours.

El servicio fue más que impecable. Nos atendieron diferentes personas pero todas ellas perfectas.

Precio: 241,43€ (2 personas). El precio del menú degustación es de 95,00€/persona. Teniendo en cuenta que se trata de un restaurante con dos estrellas michelin, la ubicación, la atención y el menú me parece correcto el precio. He de decir que a la salida pudimos saludar personalmente a Paco Pérez, el chef, y me sorprendió qué quisiera saber nuestra opinión. Admiro a quien lo consigue todo y sigue luchando por ello.

Fotografías realizadas con la cámara Panasonic Lumix DMC-FZ45

Miramar Restaurant (Llançà, Girona)

Restaurant Miramar
Passeig Marítim, 7
17490 Llançà (Girona)
Tel: 972 380 132

En nuestra última visita a la comarca de l'Empordà donde disfrutamos de una maravillosa y tranquila estancia en el hotel Mas Pau, decidimos que el domingo iríamos a comer a algún lugar especial de la zona. Para ello pedí consejo al excelentísimo bloguero Encantadisimo el cual me sugirió varios restaurantes, escogiendo finalmente a una apuesta segura: el restaurante Miramar de Llançà.

Una vez en Llançà, para hacer hambre, paseamos por el puerto y sus alrededores. Llegada la hora nos acercamos al edificio donde se alberga el hotel y restaurante. Nos sorprendió porque visto desde fuera podría tratarse de cualquier tipo de restaurante, pero a medida que uno se va acercando al lugar se da cuenta de que no está en lo cierto. Una entrada con dos enormes sillones, un cálido local destacando el blanco por encima de todo, vistas al paseo y al mar, con un ambiente relajado en armonía con el mar.

Como la explicación no me cabe en una sola publicación explicaré en un primer post los snacks y tapas y en un segundo los platos y postres.

Snacks y tapas:

- Caipiroska. Un caipiroska escondido en manzana macerada casi congelada.

- Navajas. Navajas en estado puro, que se unieron a una sopa tailandesa.

- Huevos de codorniz en tempura con salsa de soja. Al meterlo en la boca se notaba la yema, que cuajaba a la perfección con la soja.

- Bolsita de piñones y jengibre. Una bolsita comestible que escondía una mezcla de piñones bien tostados y jengibre.

- Tartaleta de champiñones y trufa. Uno de los aperitivos más divertidos. La tartaleta era dulce y el resto de elementos salados. Venía acompañada de unos polvos con sabor a champiñones que se tenían que echar por encima a modo de sal.

- Coca de llardons (chicharrones). Una ligera coca que desprendía un sabrosísimo e intenso sabor a chicharrón. ¡Se deshacía en la boca de tan ligera que era la coca!

- Nuez Pecán. Un dulce aperitivo realizado con crema de nuez.

-Cerezas Kirsch. Unas cerezas que explotaban al morderlas. Sinceramente no sé si se tratan de un tipo de cerezas o si estas cerezas estaban maceradas con un licor o algo. Ahí estoy con la duda. Las notamos demasiado ligeras de sabor.

- Carbonara "Frigo". Un pequeño y original cucurucho relleno de una crema que recordaba a la carbonara. Difícil de coger y comer.

- Guisantes. Unos ríquisimos guisantes en una base con sabor a guisante también.

- Crisálida. Uno de los postres más llamativos. Un envoltorio dulce y esponjoso evocando al típico algodón de azúcar de feria y un interior con sabor a pesto. Con difícil aspecto uno se pensaba dos veces si comerse este aperitivo, pero sin prejuicio ninguno, una vez aventurado a introducírselo en la boca, uno se daba cuenta de que dentro escondía una fabulosa e intensa salsa pesto más bien sólida.

- Ensalada César. Una base crujiente con un centro cremoso y con sabor a anchoa.

En general todos los aperitivos nos sorprendieron de una forma u otra. Seguramente sean de los aperitivos más extraños y curiosos que hayamos probado nunca. Eso nos produjo tener alguna que otra complicación y dificultad para comérnoslos de un sólo bocado, aunque en nuestro caso ello sumó originalidad y diversión a la comida.

Continua con los platos y postres aquí.

Fotografías realizadas con la cámara Panasonic Lumix DMC-FZ45

La Parra (Baza, Granada)

Restaurante La Parra
Carretera Caniles, 33
18800 Baza (Granada)
Tel: 958 700 012
Es curioso que en menos de seis meses haya visitado dos restaurantes con el mismo nombre, La Parra, en localidades y provincias diferentes, aunque con un parecido razonable en cuanto a comida. Supongo que el nombre puede indicar o que bien antes en aquel lugar existía una parra o sencillamente quiere reflejar que se trata de un buen lugar donde beber y comer. Eso ya lo dejo a imaginación de cada uno.

Visitamos este lugar un sábado al mediodía para comer a base de picoteo, aunque por lo que pudimos ver en la carta también se puede comer de manera clásica, vamos a base de platos ya sea de pescado fresco o carnes. Eso sí, cocina con raíces granadinas, fuere como fuere.

Nos dejamos guiar por nuestros amigos granadinos que eligieron con gusto los platos que íbamos a compartir. El local, con una decoración más bien tradicional, nos gustó: amplio, limpio, con sillas y mesas bien repartidas y con una terracita en el exterior.

El servicio rapidísimo y amable. Antes de iniciar la comida, y para esperar a uno de los comensales que faltaba, pedimos las bebidas ¡qué buena costumbre la de los andaluces de acompañar a la bebida con una tapita! Nos sirvieron un platito con una porción de tortilla con panceta y verduras para cada uno, para ir haciendo boca.

Tortilla con panceta y verduras. Tapa gratis que aun así estaba elaborada. No era una simple tortilla de patatas. Ojalá aprendiera yo a hacer estas tortillas.

Croquetas de jamón de Jabugo caseras. Buenísimas. Por fuera crujientes y por dentro se deshacían en la boca con un agradable, sin llegar a ser pesado, sabor a jamón.

Salmorejo. Servido en plato para compartir. Se me hizo raro ver este plato para compartir, porque estamos acostumbrados a ver platos individuales de gazpacho y salmorejo. Nos gustó mucho.

Fritada de setas de chopo. Un buen plato también, sólo que yo no soy mucho de pistos y la salsa que le acompañaba era como un pisto.

Chipirones. Pequeñitos y bien cocinados porque el rebozado no se hacía pesado ni soltaba aceite. Acompañado de mayonesa y limón, eso ya va a gustos.

Huevos con jamón. Magnífica idea la de servirlo a modo de salsa con cuchara. Muy jugoso, como debe ser, en mi opinión. El mejor plato de la comida.

Morcilla con tomate. Servida con tomate casero. Normalmente en las tapas la hemos visto frita y nos resultó curioso y bueno, aunque yo seguiría experimentando con lo que le pega a la morcilla.

Milhojas de turrón. Probé un poco de este milhojas y he de decir que parecía recién hecho, un hojaldre impoluto, sin verse humedecido por el relleno. La mayoría de milhojas que he probado en otros restaurantes resultan pesados por culpa del relleno, éste escondía algún secreto. Sólo pude averiguar que llevaba trocitos de almendra. Para repetir.

Pan de calatrava. Depende de la zona se le llama pudin también. Bueno, pero no tanto como el milhojas ;-)

Milhojas de fresa. Buenísimo, nada pasteloso y con un intenso sabor a fresa y acompañado de fresas. Elaboración propia que se notaba. Uno de los mejores milhojas que he probado.

Chupito de vodka rojo. Muy bueno para digerir la comida. Recomendable para los que no les gustan los típicos chupitos.

Precio (5 personas): 90,05 euros; que incluía dos bebidas (refresco o cerveza) por cabeza y tres cafés. Una relación calidad/precio muy buena en una comida a base de picoteo.

Desde aquí agradecer a nuestros amigos granadinos por llevarnos y hacernos disfrutar.

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