Tetis 2004 (DO Priorat)

Cada uno tiene sus gustos y yo de nuestra visita a los viñedos y bodegas del Priorat me quedó la sensación de que esos vinos no estaban hechos para mí. En pocas palabras, todos los que catamos me resultaron con mucho carácter, muy fuertes para mi delicado paladar ;-)

Curiosamente, el día que compramos el queso de mahón seco y picante, teníamos en nuestra minibodega un vino del Priorat, el Tetis 2004.
He de reconocer que me impresionó la combinación. Aquel vino que cualquier otro día hubiese dejado en la copa, acabó evaporándose gracias a la buena conjugación que hizo con aquel queso. Habíamos dado en el clavo con el maridaje.

Altamente recomendable probar un Priorat con queso seco!!

Panellets 2010

Año tras año, cuando se va acercando el día de Todos los Santos, entra en nuestra familia una histeria colectiva para hacer panellets. Esa tradición fui yo misma quien la instauró hace ya unos añitos; pero este año, quizás porque ya habíamos entrado en rutina, era yo quién me negaba a comprar paquetes y paquetes de almendra molida para hacer panellets.

Al final acabé participando en su elaboración pero desde un segundo plano. Esta vez fue mi recién estrenado marido quien se encargó de todo el jolgorio que lleva hacer panellets. Otras ediciones del ritual: panellets 2009 y panellets 2008.

Y no se le dio nada mal... Además utilizó su imaginación y creó unos panellets un tanto creativos y divertidos: panellets con kikos. Sí, ¡panellets salados! mis felicitaciones desde aquí para el que normalmente suele ser mi pinche.

Geol 2006 (DO Costers del Segre)

Este vino lo descubrimos en nuestra visita al hotel-restaurante Mas Mariassa, y desde entonces teníamos presente que algún día iba a entrar en nuestro pisillo para formar parte de alguna de nuestras cenas caseras.

Así fue, hace poco organizamos una cena con tabla de quesos y no podía faltar un buen tinto, porque relamente el Geol 2006 DO Costers del Segre nos parece buen vino tinto. Con una gran variedad de uvas (nosotros somos más de este estilo de vinos), merlot, cabernet sauvignon, cabernet franc, syrah y cariñena, y un toque afrutado, a mí me parece un vino que se puede acompañar con casi cualquier plato.

Precio botella: 19,50€. Sinceramente los DO Costers del Segre nos están sorprendiendo últimamente.

Tarta de melocotones al vino

Tenemos que reconocerlo. La experiencia es un grado y eso en la cocina se nota. Y digo esto porque hace poco me vi sorprendida cuando recibí de las manos de un familiar de 90 años un plato de melocotones al vino tinto. No sólo me entusiasma el hecho de que alguien tan mayor haya podido cocinar ese postre por sí solo, sino que además pienso que todavía nos queda mucho por aprender de nuestros ancestros: saben cocinar (que eso hoy en día ya es decir), saben ahorrar, saben sacarle el máximo partido a los platos y además saben cómo cuidarse. En este caso, estoy segura de que aquellos melocotones estaban a punto de estropearse y nada mejor que confitarlos para hacerlos revivir.

Así que me vi en la cocina con un buen puñado de malacatones bien empapados de vino tinto y bien dulces. Como veía que lo más probable sería que no pudiéramos acabar con este postre en nuestras comidas del día a día, decidí realizarle una pequeña transformación. Decidí hacer con ellos una tarta, preveyendo que de esta forma el postre se esfumaría más rápido. Y así fue, la tarta de melocotones al vino triunfó...aunque al día siguiente.

Esta receta es una mezcla de una que encontré por internete y de algo de mi imaginación:

- Melocotones al vino (quizás había un kilo de melocotones)
- 200gr de margarina
- 200gr de mantequilla
- 6 tazas de harina
- 8 huevos
- 3 tazas de leche
- 4 tazas de azúcar
- vainilla en polvo

Calentar la mantequilla y la margarina junto al azúcar en una cacerola bien grande. Ir añadiendo, una vez ya se ha mezclado bien, los huevos uno a uno. Batir. Agregar la harina poco a poco alternando con la leche y echar una cucharadita de vainilla en polvo.
Cortar los melocotones, que previamente se han confitados con azúcar y vino, en trozos medianos e incorporar a la mezcla anterior batiendo un poco. Lo suyo es que la proporción entre melocotones y masa sea de un fifty fifty. Añadimos harina a un molde y vertemos la mezcla.
Meter en el horno precalentado y dejarlo aproximadamente una hora a temperatura media. Controlarlo de vez en cuando con un palillo para ver que está bien hecho por dentro.

Recomendación importantísima: ¡Comer al día siguiente! Nosotros la probamos el mismo día y no nos gustó demasiado, en cambio al día siguiente cuando la masa se había asentado estaba de rechupete.

Takoyaki

En el mismo restaurante de Osaka donde comimos okonomiyaki, pudimos degustar unas ricas bolitas rellenas de pulpo, típicas también de la región de Kansai. Gracias al blog A Japón que trata sobre un español en Japón, he podido descubrir cómo se llaman estos pinchos de pulpo: takoyakis.

Nosotros desconocíamos de la existencia de este plato, más bien porque no nos sonaba de haberlo comido en ninguno de los restaurantes japoneses de Barcelona que hemos estado.

Si uno se para a pensar, la comida japonesa no es tan diferente de como pensamos, y ni tan dispar de la dieta mediterránea. En nuestra visita a Japón nos percatamos de que su dieta no se basa únicamente en sushi y tempuras, idea que nos podría surgir si tenemos en cuenta lo que se come en nuestros restaurantes japoneses. La gran mayoría de veces nos encontramos frente a platos de sopa, pescado y verduras.

Con esto quiero decir, que en el fondo estas bolitas de pulpo no son más que un tradicional buñuelo de bacalao hecho con trocitos de pulpo. Pero no desvirtuemos nunca la cocina japonesa, señores. Por mucho que a simple estas bolitas parezcan algo ya inventado en este mundo, en realidad la esencia de las mismas está en su modo de cocinarse.

Si para nosotros el cocinar unos pocos buñuelos nos supone un tiempecillo en la cocina, para los japoneses el hecho de cocinar unas cincuenta bolitas, takoyakis ya para los amigos, les puede suponer un máximo de cinco minutos.

Está todo estudiado. Planchas con huecos de forma semicircular, se echa la mezcla de la masa y los ingredientes en la plancha bien caliente y a girar, sino miren y observen.

Boquiabiertos nos dejaron estos espéctaculos de cocina por las calles de Osaka! (cuidad con la rapidez del vídeo!)

Okonomiyaki

Tenía bastante claros mis objetivos gastronómicos de nuestra estancia en Japón. No iba a permitirme salir del país sin haber probado tres cosas: el okonomiyaki, la carne de Kobe y el sushi del mercado de Tokio. Ahora ya puedo decir: ¡objetivo cumplido!

Casualidades de la vida (o no), el mismo día que aterrizamos en el país nipón, el guía de nuestro tour nos llevó a un restaurante de Osaka especializado en okonomiyaki. La mayoría del grupo desconocían de qué se trataba este tipo de comida pero ahí estaba yo (jejeje) para decirles que el okonomiyaki es una especie de pizza japonesa hecha a la plancha.
La base de esta pizza está hecha de harina, agua, huevo y col. Por encima se le suele echar salsa para después cubrirla con carne, pescado, verdura...

Para sorpresa de todos, el restaurante sólo disponía de camareros para servir, no para atender. Me explico: el pedido se realizaba a través de una carta electrónica donde con un lápiz digital señalabas los platos o menús que quisieras comer. Claro está que a nosotros nos fue imposible realizar el pedido de los okonomiyakis.. fue nuestro guía quién fue indicando con el lápiz los platos que queríamos.
Por lo que pudimos averiguar, el okonomiyaki se trata de un plato tradicional de la ciudad de Osaka, junto a otro plato que también probamos en este establecimiento, el takoyaki, un curioso pincho de pulpo (próximamente en este blog).

El okonomiyaki es como las pizzas en Italia, en función de la región donde te encuentras podrás disfrutar de una variedad o otra. La que me pedí yo en este restaurante creo que es de las más completas y con ello quiero decir que es de las que más llenan.. por la internete he encontrado que se llama modanyaki y en realidad es el tipo más común de Hiroshima. Esta pizza lleva por encima nada más y nada menos que fideos yakisoba y puedo decir que se trata de una experiencia diferente.

Y si a alguien le suena a chino (nunca mejor dicho, aunque en realidad es japonés..) esto del okonomiyaki, le diría que se acordase de la serie Ranma 1/2 donde salía una chica cocinera de estas tortitas con ayuda de sus espátulas:

Harinosas

Las harinosas son un postre típico de la provincia de Guadalajara. Se hacen a partir de masa de pan y relleno de uva negra; son como una especie de empanadilla dulce.

A mis manos llegaron estos ejemplares de harinosas a través de mi tío, originario, igual que mi madre, del pueblo de Sigüenza (Guadalajara). Yo desconocía hasta el momento que este dulce también lo hacía muy bueno mi abuela...

Será cuestión de comprar uva negra y probar a ver si somos de la familia ;-)

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