La Tapenade (Niza, Francia)

La Tapenade
6 Rue Ste Reparate
06300 Nice (Francia)

Podríamos haber elegido cualquier otro restaurante en Niza. La Tapenade seguramente no será el más representativo pero su menú a 18 euros y su cartel de presentación "Specialité Nicoises et Provençales" captó nuestra atención.

Se encuentra en las callejuelas del casco antiguo Vieux Nice ("Viejo Niza"). Decir que quizás no sea la zona con más restaurantes de la ciudad. La mayor oferta de restaurantes está en el paseo junto al puerto Vieux Port, pero allí nos parecieron algo más caros los menús.

Menú:

- Ensalada Niçoise. Cuántas veces habré visto esta ensalada en las cartas de restaurantes y yo sin caer en que proviene de Niza.. Esta llevaba lechuga, tomate, apio, cebolla, pimiento, olivas negras, atún y huevo duro. Según contaba nuestra guía, también suele llevar: habas, pepinos, anchoas o alcachofas. Lo que más me gustó: el aliño.

- Farcis Provençau. Otro plato típico de la región de Provenza. Aquí presentado de una forma original, cada una de las piezas de verdura era diferente: cebolla, calabacín, berenjena, tomate y pimiento rellenos de una farsa preparada con el propio interior de las verduras y carne. Este plato venía acompañado de una salsa de tomate muy rica. Me gustó mucho el conjunto.

- Tarta de manzana. Qué fácil es encontrar tarta de manzana de postre en Francia! Esta estaba bien, pero sin más.

Precio del menú: 18,00 €. Pero en realidad, la comida para 2 personas con las bebidas subió a 49,00€. (Nos cobraron 4,50 € por cada una de las botellas de agua mineral y 4,00 € por un refresco).

Por Niza nos encontramos con una tienda que vendía raviolis (que hacían allí mismo frente al mostrador), pero no unos raviolis cualquiera sino raviolis niçoise también. Tengo que buscar en qué se diferencian estos raviolis de los típicos, de qué está compuesto el relleno que llevan...

Restaurante El Sol (Cassis, Francia)

Restaurante El Sol
23 Quai des Baux
13260 Cassis (Francia)

Cassis es un pueblo pesquero que se encuentra a una media horita de Marsella. Con casa pintadas de colores y calles empinadas nos recordó a la preciosa Cadaqués.

Dos playas, un paseo repleto de restaurantes y callejuelas de tiendas hacen que sea el típico pueblo de verano lleno de turistas. En los alrededores se encuentran las famosas Calanques (calas) que nosotros nos encontramos cerradas, otra vez será.

Como no, comimos en uno de los restaurantes del paseo, con vistas al pequeño puerto de Cassis y con un sol tremendo y así es como se llamaba el restaurante: El Sol.

Disfrutamos de:

- Sopa de pescado. De sabor fuerte, acompañada de pan, una salsa parecida al alioli i queso. Yo entendí que el queso era para echarlo a la sopa y que el pan era para acompañarlo de la salsa.

- Milhojas de jamón, melón y olivada. Así es como se llamaba el plato aunque luego era simplemente jamón, melón (naranja, claro) y ensalada con olivada. Lo que más llamó la atención del plato fue el aliño que acompañaba a la ensalada. En general en Francia los aliños de la ensalada suelen estar muy buenos.

- Rissotto al azafrán con gambas y almejas. Plato muy completo y bueno. A primera vista parecía una paella pero realmente al probarlo se notaba que se trataba de un rissotto por el tipo de arroz. Grandes y sabrosas almejas también.

- Raviolis de cangrejo a la crema de crustáceos. Plato muy bueno en conjunto. La pasta muy bien cocinada y con un relleno sabrosísimo. La salsa quizás un poco flojilla. Era puro cangrejo el plato.

- Coulant de chocolate. Bien.

- Capuchino de chocolate blanco y macarrón. Muy bueno el capuchino y también la galleta. Bueno el macarron no era de los de Pierre Herme que compré en Paris pero estaba bien.

Precio: 59,50 € (2 menús con jarra de agua que no se paga en Francia).

Notamos una cierta diferencia de precios entre Italia y Francia. En Italia puedes comer bien y barato, en Francia cuesta un poco más. Los menús (porque allí sea mediodía, noche, laborable o festivo hay menús) rondaban los 30 € por persona. Por el contrario, en Francia hay más diversidad de restaurantes y la comida no suele defraudar.

Melón de Cavaillon (Francia)

Cavaillon es un pequeño pueblo de la región francesa de Provenza- Alpes-Costa Azul que se caracteriza principalmente por la producción de melones. Tan importante es que hay una página especialmente dedicada al melón de Cavaillon en la que se incluye un recetario: https://www.melondecavaillon.com/
De camino de Marsella a Avignon decidimos parar en Cavaillon para comprobar que realmente viven del melón. Casualidad fue que justo una semana antes habían sido las fiestas del melón y todavía pudimos ver los carteles.

A diferencia del melón al que estamos acostumbrados, el francés (el de Cavaillon) es de color naranja, tiene la piel lisa y es más dulce (o menos ácido).

Además en Cavaillon saben sacarle partido al melón y producen licor de melón. No tuvimos ocasión de probarlo pero sí de verlo en muchos escaparates de tiendas de productos típicos.

Lo que sí que pudimos hacer fue degustarlo y además unas cuantas veces, como postre. También es muy usual encontrar menús en el que figure el famoso plato de melón con jamón.

Y, por último, graciosa escultura de melón de Cavaillon, en un escaparate de Cavaillon, oda al melón de Cavaillon:

Comida rápida y económica en Venecia

No todo pueden ser restaurantes.... En nuestro viaje a Italia combinamos restaurantes con locales de comida rápida que, por suerte, son muy abundantes en este país.

En Venecia nos encontramos que, a parte de los típicos locales de venta de pizza al corte, había también muchos bares de bocadillos. Decir que la mayoría de ellos estaban regentados por chinos como ya viene últimamente ocurriendo en Barcelona también.

A mí lo que más me gustaron son los llamados pizza roll. Son como pizzas enrolladas, con la misma masa de la pizza aunque algo más blanda o menos hecha, en las que además añaden rúcula. Muy buenas y por unos 4,00 €.

Y si además quieres disfrutar de postre, por Venecia te puedes encontrar puestecillos con vasos de fruta preparada. La delicia de estos vasos es sin duda el melón naranja. Parecido al típico melón de sapo pero algo más dulce. Donde nosotros lo compramos nos costó el vaso un 1,50 €. Para lo buena que estaba la fruta me pareció barato.

Y por casualidad nos encontramos con un Mac Donalds en Venecia! No entramos, con lo que no sé decir si cocinan igual que en el resto de países. Supongo que sí.

Nuestra alegría fue descubrir que la habitación del hotel donde nos alojábamos tenía terraza. Así el último día de nuestra estancia decidimos improvisar y degustar algunos de los manjares de Italia. Lo increíble fue lo poco que pagamos por la cena que improvisamos.

Salami, mortadela italiana, un buen trozo de queso parmesano, pan, tomate para untar, aceite de oliva virgen extra y una botellita pequeña de vino Campagnola (Valpoclicella) nos costó alrededor de 20 €. Lo increíble fue el precio del parmesano, aquí en España es muchísimo más caro, al igual que ocurre con la mortadela italiana.

Ristorante Ai Coghi (Venecia, Italia)

Ristorante Pizzeria Ai Coghi
San Polo, 1022
Venecia (Italia)
Venecia hay que visitarla de arriba a a abajo. Aunque alguien podría decir que toda Venecia es igual, a mí cada callecita me pareció diferente.
En el barrio de San Polo, muy cerca de Rialto es donde comimos el segundo día. Aquel día el tiempo se torció y nos llovió pero aquello no estropeó nuestra estancia en Venecia. Vimos otro aspecto de la ciudad: calles inundadas, el agua de los canales agitada, gondoleros resguardándose, etc. Puede parecer extraño, pero a mí me gustó que lloviera.

En este restaurante pequeñito y escondido en una placita tenían varios menús interesantes pero llevábamos días queriendo probar el rissotto al nero di seppia y fue aquí donde nos decidimos. Para el que lo dude, no tiene nada que ver el arroz negro típico de nuestro país, el rissotto nero di seppia es mucho más cremoso.

Como primero pedimos un plato que contenía bresaola, rúcula y grana. Esta vez la bresaola no estuvo del todo bien, nos resultó muy seca en comparación con la que probamos anteriormente. Y en cuanto al queso Grana Padano, decir que no hay que confundirlo con el parmesano, que aunque su proceso de elaboración es similar, el grana procede de la región de Lombardía. A mí personalmente me gusta más el parmesano.

En conjunto comimos muy bien.

Precio: 45,00 € (2 personas, incluyendo dos bebidas y 5,00 € de servicio).

Osteria Al Mascaron (Venecia, Italia)

Osteria Al Mascaron
Calle Lunga Santa Maria Formosa
5525 Castello, Venecia (Italia)

Venecia. Qué linda Venecia, de todo el viaje me quedo con ella. Casi que de toda Italia me quedo con ella. Dicen que de Venecia o te gusta mucho o no te gusta. Yo fui de las que quedaron encantadas.

Está claro que mi opinión está muy influenciada por la gastronomía del sitio. En Venecia comimos realmente bien, ya fuese un simple bocadillo o en un restaurante.

La Osteria Al Mascaron está en el barrio de Castello, muy cerca del de San Marco. De nuevo, venía en la guía y decía de ella que "está considerada como una de las osterias más de moda y queridas entre los venecianos". Decorada con millones de cuadros, todos relacionados con el pescado, y con la pinta de una antigua taberna, el ambiente fue realmente agradable. Nos encontramos allí tanto con turistas ingleses ansiosos de comer marisco como con la típica familia veneciana con niños y abuela en busca de una buena comida a base de pescado fresco.

Nuestro menú:

Nos dejamos aconsejar.

Bacalao mantecatta. Bacalao con polenta. Hartos ya de tanta ensalada a base de rúcula, tomate o mozzarella, esta vez nos decantamos por un primero para compartir diferente. Triunfamos. El bacalao desmigado llevaba una salsa parecida a la mayonesa y todo ello untado en pan era una delicia.

Spaghettis con marisco. En la carta no había muchos platos. Elegimos cenar spaghettis con algo de marisco. Se podía elegir entre spaghettis al vongole (almejas), con bogavante, con tinta de calamar o el que ellos recomenadaban era spaghettis con marisco. Llevaban almejas, tallarinas, mejillones, gambas con tomate, ajo y perejil. Buenísimo el plato. Nos lo sirvieron en un plato grande y era para dos personas.

Todo acompañado por un vino blanco prosecco de la casa. En Italia descubrimos que los vinos de la casa de los restaurantes pueden llegar a resultar igual o más buenos que los de carta.

Precio: 56,00 € (2 personas con agua y cafés incluidos). Precio muy correcto.

En la guía indicaba que el precio medio era de 45 € por persona. Por lo que vimos en la carta si nos hubiéramos pedido un primer y segundo plato cada uno, en el que el segundo plato hubiese sido pescado fresco si que hubiera salido a este precio por persona. Nos dio la impresión de que allí en Venecia el pescado se cotiza muy alto.

Página del chef del restaurante: https://www.giancarloseno.com/

Gastronomía en Florencia

En Florencia yo me llevé una impresión bastante diferente, comparando con Roma, en cuanto a restaurantes. Aquí me parecieron todos más fashionistas, todos con sus terrazas, sus platos más sofisticados, gente mucho más joven sirviendo, etc., supongo que de ello se trata el ambiente toscano también.
Los dos restaurantes donde nosotros cenamos fueron muy similares.
Trattoria Za-za
Piazza del Mercato Centrale, 26r
Florencia (Italia)
Aquí fue donde probamos el vino clásico de la Toscana: el Chianti. Nos percatamos de existe la posibilidad de elegir vino Chianti de la casa, vamos del restaurante y ese fue el que elegimos. Por cierto nada de pronunciarlo con ch sino más bien algo así como kianti. Había diferentes tipos nosotros nos decantamos por el classico. Nos gustó mucho y recomiendo probarlo proque es un vino diferente. No sé porqué pero a mí me parece como un vino que está entre el tinto y el rosado. Auqnue al prinicipio parezca fuerte luego entra como la seda...
Por cierto, el típico Lambrusco puesto de moda por nuestras tierras no lo vimos ni por asomo en las cartas de vino.
Comimos una ensalada Caprese, un rissotto al champagne, tagliatelle al funghi y un tiramisú. Los platos nada especiales, el vino muy bueno y el postre también. Precio: 56,50 € (2 personas).
Borgo Antico
Piazza del S. Spirito 6r
Florencia (Italia)
De nuevo, cena. Y de nuevo, con terracita.
Aquí degustamos una pizza calzone farcita,un rissotto de queso ahumado y calabacín con vino de la casa. La carta era muy similar a la del restaurante anterior: pizzas, pasta y algun plato más. La terraza a tope y el ambiente muy turístico y juvenil.
Precio: 31,00 € (2 personas).
Por último decir que ambas plazas, la del mercado central y la del Santo Espíritu estaban repletas de sitios donde comer. No hubo problema para buscar donde comer.

Heladería Di Piazza (San Gimignano, Italia)

Heladería Di Piazza
Piazza della Cisterna,4
San Gimignano (Italia)
En la Toscana visitamos también un pueblecito llamado San Gimignano. De nuevo, plagado de gente. Sin tenerlo previsto nos topamos con una heladería premiada mundialmente por sus helados artesanos. Se llama Di Piazza porque precisamente se encuentra en una conocida plaza de San Gimignano, plaza con un pozo justo en el centro donde mucha gente se sienta a degustar sus helados.
Fue muy sencillo percatarse de que allí se cocía algo bueno porque había cola en la calle. Todo el mundo de alrededor llevaba en la mano un helado de la Heladería Di Piazza. Nosotros decidimos probar las siguientes combinaciones:
- Coco y limón. Buenísimos los dos sabores sobre todo el limón, nada agrio.
- Melón y piña. Nos quedamos prendamos del sabor melón, qué bien conseguido, fresco y ligero, perfecto sabor para un helado. No me suena haber visto aquí en España muchas heladerías con este sabor. Nos quedamos con las ganas de probar más sabores. No nos dio tiempo a asimilar todos los que había.

La Vecchia Taverna di Bacco (Siena, Italia)


Siguiente destino: Siena, tierra de la Toscana. De camino de Roma a Florencia paramos en Siena, pueblecito que yo ya había visitado unos diez años antes. Pillamos por casualidad las fiestas de Siena y el pueblecito parecía más bien una ciudad con la de gente que había por sus calles. Como buen pueblo toscano estaba repleto de bares, restaurantes y terrazas. Fue difícil elegir sitio para comer pero esta vez necesitábamos tranquilidad y preferimos alejarnos un poco y buscar algún restaurante entre las callejuelas.
Finalmente nos decidimos por el Ristorante La Vecchia Taverna di Bacco que tenía una terracita con poquitas mesas en una callecita poco transitada. Al fresquete, qué bien. No es que fuera ningún restaurante especial, simplemente nos gustó por dónde estaba. Además todos los sitios tenían muy buena pinta y en todos tenían colgado el cartel de Specialità toscana.


De primero:
- Entremeses toscanos: Para compartir, un poco de embutido y tostadas, llamadas crostinis, con paté o cremas. Tanto el embutido como las tostadas eran en su mayoría de caza.: jabalí, ciervo, liebre, etc. De las tostadas una de ellas también me pareció que fuera a base de trufas.
De segundo:
- Parpadelle al ragú: Plato típico elaborado con diferentes carnes (ave y caza). En este caso no supimos distinguir de qué tipo de carne se trataba. Buen plato, pero no para saltar de alegría.
- Gnocchi con salchichas y tomate. Los gnocchis muy buenos, la salsa también. La verdad es que este plato me pareció muy normal en cuanto a originalidad porque yo en casa he cocinado muchas veces esta salsa sin saber que era típicamente toscana.

Postre:
- Tiramisú. Como no, nosotros y nuestra afición por el tiramisú nos habrá hecho probar una gran variedad de tiramisús por Italia. A cada cual más diferente. (Sin foto)
Precio: 40,00 € (2 personas, servicio, 1 agua y 2 refrescos). Bien en general. Lo que más nos gustó fue el sitio, muy tranquilo.
Otra opción hubiese sido comer a base de los típicos panecillos Paninis. Había muchos locales donde ofrecían estos con diferentes variedades y embutidos toscanos. La calle principal de Siena estaba plagada de gente sentada en escalones comiendo Paninis...
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