Sala (Guadarrama, Madrid)

Restaurante Sala
Cta. de los Molinos, 2
28440 Guadarrama (Madrid)
Tel: 91 854 21 21

Es curioso cómo nos llegamos a mover los que disfrutamos con la comida. A quién no lo entiende le puede parecer de locos recorrerse kilómetros por el simple hecho de poder disfrutar de una buena mesa. Así fue que estando por los madriles decidimos ir a comer un mediodía nada más y nada menos que a Segovia, a unos 100km de donde estábamos. Finalmente nos quedamos en el camino porque nuestros amigos se acordaron de este restaurante marisquería ubicado en Guadarrama.

Cuando llegamos al restaurante Sala nos dimos cuenta enseguida de que no estábamos frente a cualquier restaurante de carretera. Nos recibió un aparcamiento enorme lleno de coches entre los cuales había más de un cochazo de esos que no caben en un sola plaza. El restaurante impresionante desde fuera, ¡es una mansión! Mirad aquí.

Supongo que aquel día tuvimos suerte reservando por teléfono mientras llegábamos, porque visto como estaba el cotarro en el interior del restaurante, parece ser que la mejor opción es reservar antes. Sábado al mediodía y no vimos ni una mesa vacía. No me quiero ni imaginar cómo estaría el local por la noche..

Y boquiabiertos nos quedamos cuando entramos en la gran sala (¡ahora entiendo el nombre!) donde sirven las comidas. A la entrada hay una barra y unas mesas donde se puede tapear. Nosotros comimos en el interior: plantas gigantescas, espacios abiertos al exterior, vistas a una fuente, fuentecillas por el interior, mesas redondas, cuadradas, esculturas, espejos... majestuosidad de lado a lado de la sala.

Si bien es cierto que todos esos elementos son imprescindibles para una buena comida, también hay que decir que hacen que te encuentres en un sitio especial.

Pero vamos a lo que vamos, a la comida:

- Olivas verdes. Aperitivo servido por la casa. Como me gusta que tengan el detalle de traer un platillo de algo para poder ir picoteando mientras uno lee la carta. Estas olivas grandotas, aliñadas con cebollita y pimiento, estaban buenísimas.

- Croquetas caseras. Aunque el aspecto era más bien de buñuelo más que de croqueta, llegaron bien calientes a la mesa. Tres sabores diferentes: jamón, bacalao y queso azul. Éstas últimas bien buenas, las mejores. Especialmente suaves por dentro y crujientes por fuera. Uno de los mejores platos para nosotros.

- Calamares a la romana. Muy buenos, crujientes y con sabor a calamar (ninguna pinta de ser congelados, vamos).

- Gambas a la plancha (1/2 kg). Gambas blancas de Huelva, la primera vez que probamos la gamba blanca. Si tuviera que elegir entre todos los tipos que he comido creo que escogería esta. Muy bien ejecutada a la plancha, sin exceso de aceite y sin aliño, estaba en su punto para poder pelarla bien. Sabor a gamba en estado puro.

- Merluza a la romana. Sin duda nos sorprendió. Nosotros no solemos pedir este pescado en los restaurantes porque no nos entusiasma. Nuestros amigos sugirieron pedirlo y tuvieron buena idea porque estaba estupendo. Una merluza fina que se deshacía en la boca pero tersa al partirla.

- Natillas. Servidas en un curioso vaso estrujado. Buenas.

- Milhojas de nata. Un gran milhojas de nata con el que nuestros amigos disfrutaron mucho.

- Torrija. Las torrijas son mi perdición. Esta era bien grande y lo único que no me gustó fue que viniera tan bañada en leche.

- Pan. No suelo hablar del pan a menos que sea especialmente bueno y este lo era.

Precio (4 personas): 155,25€. Salimos a 38 euros por cabeza. Sobre todo hay que tener en cuenta la cantidad de bebidas que nos pedimos: 2 refrescos, 2 copas de vino, 1 agua, 1 botella de vino blanco Viña Mayor Verdejo 2009, 3 cafés y una infusión. La bebida siempre engorda las cuentas. Los precios de los platos de pescado nos parecieron acordes a la calidad con la que llegaron a la mesa.

Con este restaurante nos asaltó la duda que supongo que a más de uno le ha venido alguna vez a la cabeza: ¿Cómo puede ser que el centro de España, Madrid, sea uno de los puntos con mejor pescado del país? ¡Si es justo el sitio más alejado del mar!

Fotografías realizadas con la cámara Panasonic Lumix DMC-FZ45

Magret de pato con salsa de arándanos

Segundo intento de cocinar magret de pato en casa. Estoy satisfecha porque quedó algo mejor que el primer intento en el que la salsa quedó acuosa y el magret, para mi gusto, poco hecho, le faltó un punto.

La vez anterior había intentado cocinarlo con salsa de oporto pero esta vez como teníamos por la nevera unos deliciosos arándanos secos de la tarta Casi Casados que habíamos hecho el fin de semana anterior, decidí que la salsita sería con estos frutos.

Salsa de arándanos (esta receta la he sacado convirtiendo el peso de una salsa de arándanos típica inglesa para el pavo de navidad):

225gr de arándanos secos
85ml de vino tinto
170gr azúcar
1 pizca de ralladura de naranja

Remojamos los arándanos secos con el vino tinto y el azúcar y dejamos reposar cinco minutos. Una vez transcurrido el tiempo, calentamos en un recipiente agregándole una taza de agua. Licuamos la mitad del contenido y devolvemos al recipiente mezclándolo todo bien. Dejamos reducir con la ralladura de naranja.

Magret de pato:

Hacemos unos cortes en la grasa del magret sin llegar a la carne. Ponemos una sartén a fuego muy fuerte sin aceite y cuando esté bien caliente agregamos el magret entero sin cortar por la parte de la grasa. Dejamos un minuto y le damos la vuelta para dejarlo otro minuto más. Bajamos el fuego y dejamos unos cinco minutos por cada lado para que se haga por dentro.

Esta vez acompañamos el magret de pato con unas patatas fritas de bolsa. Acertamos de pleno con el contraste que creaban las patatas saladitas con la salsa dulce de arándanos.

Fotografías realizadas con la cámara Panasonic Lumix DMC-FZ45

Taberna La Bola (Madrid)

Taberna La Bola
c/Bola, 5
28013 Madrid
Tel: 915 476 930
Visitar Madrid y comer un cocido madrileño como dios manda era una cita pendiente que teníamos. Programamos un fin de semana de este verano para hacer realidad este pequeño sueño y para saber dónde encontrar un buen cocido madrileño consulté a Lila Ortega de Comer con Lila. Ella me sugirió visitar la Taberna La Bola y así hicimos con nuestros amigos.

Fue una pequeña sorpresa que le preparamos a mi maridito porque él, allá donde vamos, siempre anda buscando sitios de platos de cuchara. Adora los potajes, cocidos, guisados, estofados..vamos todo lo que venga de una buena olla.

Curiosamente hace poco salió este restaurante por la televisión. Enseñaron la cocina y su especial y tradicional forma de cocinar los cocidos con puchero de barro individual y al fuego lento de carbón de encina.

Cuando uno se adentra en esta taberna parece que retroceda unos cuantos años. Las mesas y sillas, de madera, están algo juntas pero el personal es amable y atento y uno se siente que está en un lugar auténtico. Pedimos plato único, costumbre ya de la casa porque el cocido madrileño es ya un plato muy completo.

Explicaré cómo nos sirvieron el cocido madrileño paso por paso, para que el siguiente que vaya no se sorprenda de la metodología:

1.- A cada uno de los comensales que se pidió cocido madrileño, les llegó un puchero de barro individual bien calentito. No se come directamente del puchero (como alguien podría llegar a pensar) sino que hay que esperar a recibir los platos hondos.

2.- En un plato hondo se sirven los fideos precocidos. ¡Aún no se come!

3.- El personal, mañoso con el tema, se encarga de verter el caldo del puchero en el mismo plato de la sopa. ¡Todo un arte evitando desastres! Ahora ya se puede comer del plato.

4.- El servicio retira el plato de la sopa y nos quedamos con el plato inferior. Nos sirven el resto del puchero: garbanzos, patatas, chorizo, tocino y carne. Traen además como acompañamiento una salsa de tomate y guindillas para aquel que guste.

En conclusión, el cocido madrileño es un plato dos en uno. Sin lugar a dudas, en la Taberna La Bola se sirven muy buenos cocidos, tanto la sopa como los garbanzos de después fueron muy bien recibidos por los tres comensales que se lo pidieron.

Yo, siguiendo en mi línea de escoger platos atípicos, elegí comer ropa vieja (Lila me lo había recomendado y así hice). Se trata de un plato de carne de morcillo con refrito de pimiento, cebolla, salsa de tomate y garbanzos fritos. Sería lo que llamaríamos comúnmente las sobras del cocido. Me encantó, estaba sabrosísimo sin llegar a ser un sabor pesado ni extremadamente fuerte. Los garbanzos estaban en un punto entre tiernos y crujientes.

Postres:

- Buñuelos de manzana con helado. Unos buñuelos enormes algo grasientos pero ricos. En mi opinión, sobran las bolas de helado.

- Helado de turrón. En un bol de barro llegaron unas enormes bolas de helado de turrón. Ricas también.

Precio (4 personas): 104,90€, salimos a unos 26€/persona teniendo en cuenta que para beber pedimos una botella de vino de la casa que fue un Viña Valoria 2010 DO Rioja. Si tuviera que discrepar en algo sería únicamente en el precio elevado de los postres. Unos postres con menos cantidad y precio más bajo me hubiese parecido más justo.

Por si a alguien le interesa la receta, el restaurante La Taberna La Bola la tiene colgada aquí en su página web.

Fotografías realizadas con la cámara Panasonic Lumix DMC-FZ45

Habas con morcilla y jamón

Viernes mediodía. Tres y media del mediodía, bueno, de la tarde. Recién llegada de trabajar y sin ganas de cocinar pero con muchas ganas de comer. Cuatro cosas por aquí, cuatro cosas por allá y listos!

Habas con morcilla y jamón (para 4 personas):

1 bote de habas precocidas
1 paquete de lonchitas de jamón serrano
4 morcillas
1 hoja de laurel
1 chorrito de anís
pimienta negra
sal

En una misma cazuela ponemos a calentar con un chorrito de aceite de oliva las habas, el jamón, el laurel y las morcillas. Dejamos unos cinco minutos a fuego medio dándole vueltas de vez en cuando, hasta que veamos que el jamón está hecho. Subimos el fuego y añadimos el chorrito de anís y salpimentamos. Cuando se haya evaporado el alcohol, retiramos del fuego.

Hay que tener en cuenta que este plato varía mucho de gusto en función del tipo de morcilla que añadimos. Las que nosotros pusimos eran de calité y eso se nota ;-)

Fotografías realizadas con la cámara Panasonic Lumix DMC-FZ45

Sparagaria Tapes i Vins (Esparraguera, Barcelona)

Sparagaria Tapes i Vins
c/ via del Mil·lenari, 2
08292 Esparraguera (Barcelona)
Tel: 93 770 84 21

Me gusta descubrir restaurantes del extrarradio y con extrarradio me refiero a los restaurantes que quedan fuera de la ciudad, en este caso, fuera de Barcelona. Encontrar un buen restaurante en Barcelona resulta relativamente sencillo ya sea porque la mayoría ya son archiconocidos o porque hay millones de buscadores que nos ayudan a encontrarlos en la red. En cambio encontrar un buen sitio donde comer en las localidades vecinas se trata, por lo menos para mí, de un descubrimiento.

Descubrir estos lugares suele ser normalmente obra del llamado método del boca a boca (no el de primeros auxilios sino el de pasar información eh!). Nosotros conocimos el restaurante Sparagaria a través de dos vías diferentes, señal de que teníamos que acudir algún día.
Los propietarios tienen varios restaurantes por la zona y con el nombre de Sparagaria tienen dos locales, uno en plan restaurante y otro en plan tapas y vinos. Fue a éste último al que acudimos con nuestros primillos (en total, 4 comensales):
Original forma de apuntar los platillos que uno quiere que le sirvan
Pequeñas hamburguesas con bacon y queso
Montaditos de virutas de foie con mermelada de fruta, ¿de verdad eran virutas eso?!?!
Croquetas de carn d'olla, buenísimas
Brochetas de secreto ibérico con fondue de Idiazábal, ¡vaya salsa por dios!
Patatas bravas
Brochetas de langostinos, vieiras y teriyaki
Huevos estrellados con patatas y choricitos con su aceite
Gazpacho de cortijo servido en vaso gigante
Platillo de parpadelle con crema blanca trufada, ¡buenísimos, viva la trufa!
Mini tatins de poma
Chocolatísimo, un coulant de chocolate blanco, ¡genial!
Torrija de brioche
Banana Daiquiri

Precio (4 personas): 93,42€, salimos a unos 23 euros por cabeza.

La mayoría de tapas y platillos rondan entre 5-7 euros, lo que nos pareció una buena relación calidad precio. Como siempre digo, hay que tener en cuenta que nosotros comemos mucho, sólo hay que ver que para cuatro personas nos pedimos 9 platillos y 4 postres. Sólo un inciso: quedamos muy pero que muy sorprendidos con los postres. Encontrar buenas tapas es relativamente fácil pero encontrar buenos postres no. Es una pena que buenos locales se olviden de que todos queremos un buen final.

Fotografías realizadas con la cámara Panasonic Lumix DMC-FZ45

1080 Recetas de Cocina

Donde dije digo, digo Diego.

Resulta que ahora ya no puedo decir que compro pocos libros como dije en el post publicado para hablar del libro de El Comidista. Ahora tengo que comerme mis palabras, porque desde aquel día me ha entrado la vena compradora compulsiva y he visitado varias librerías en busca de libros de cocina.

Además últimamente sigo de cerca el proyecto que han creado varias blogueras sobre las 1080 fotos de cocina de Simone Ortega (¡magníficas fotos por cierto!). Así me entró el gusanillo por el libro de recetas de esta autora y así ha acabado en mis manos y en mi cocina.

Fotografías realizadas con la cámara Panasonic Lumix DMC-FZ45

Mini Bikinis

Con esta receta pretendo participar en el Segundo Concurso Mi blog de Pintxos 2011. Se trata de un pintxo muy sencillo y que yo misma he bautizado como mini bikinis.

Ingredientes (para 4 pintxos):

2 rebanadas de pan bimbo
2 rebanadas de pan de hamburguesa
4 lonchas grandes de jamón york
8 lonchas de queso
ketchup

Con un molde circular pequeño hacemos 4 piezas iguales de pan bimbo (parte inferior del pintxo) y 4 piezas de pan de hamburguesa (parte superior). Amontonamos las lonchas de jamón york y queso alternándolas. Utilizamos de nuevo el molde para obtener 4 montoncitos de jamón york-queso. Colocamos el embutido entre los panes y añadimos un poco de salsa ketchup.

He querido llamar a estos pinchos mini bikinis porque al fin y al cabo llevan los mismos ingredientes que un sandwich bikini: pan, jamón york y queso. La salsa ketchup es un pequeño truco que aprendí de pequeña para hacer aun más sabrosos estos bocaditos. Recomiendo probarlo también en un bikini de verdad!

Los patrocinadores para este concurso son:

Fotografías realizadas con la cámara Panasonic Lumix DMC-FZ45

Sushi e Mon (Cornellá de Llobregat, Barcelona)

Sushi e Mon
Centro Comercial Splau Local 75
08940 Cornellá de Llobregat (Barcelona)

Mis dudas tenía sobre este nuevo local que abrió hace unos meses en el centro comercial Splau de Cornellá de Llobregat. Dudas que he podido aclarar después de haberlo visitado dos veces, una para comer in situ y la hora para comprar comida para llevar que corresponde a las fotografías de esta publicación. Las dudas eran acerca de la veracidad de este japonés. Hay tantos restaurantes de chinos que se hacen pasar por japoneses (y que bien lo hacen oye) que al final uno acaba dudando de cualquier local que tenga letreros orientales.

El hecho de que un sitio ofrezca sushi ya no es condición suficiente para que el local sea auténticamente japonés, así que tuvimos que explorar entre todos los platos que ofrecen para buscar más pistas. Pollo yakitori, fideos yakisoba, gyoza y... takoyaki! Primera vez que vemos aquí takoyaki, unas bolitas de harina rellenas de pulpo típicas de la región de Kansai que conocimos en nuestro viaje a Japón. Buena señal.
Así que efectivamente parece que es japonés. Y es el primer japonés de Cornellá. Olé, por fin. No obstante hay que advertir que no se trata de un japo normal, sino más bien de un local de comida rápida.

Quizás el plato más curioso que tienen son los fideos Shirataki, tan famosos actualmente por la dieta Dukan. Junto al mostrador hay un pequeño estante con productos japoneses para comprar: cerveza Sapporo, cup Noodles, soja y otros ingredientes para cocinarse uno mismo comida japonesa en casa.

Publicidad del exterior del local

Pinchos de pollo yakitori

Cucuruchos de papel donde sirven los pinchos para llevar, ¡lo más!

Ración de takoyaki con ensalada

Gyozas, muy buenos

Variado de makis, de salmón, atún, pepino y rábano

Salsas para llevar: soja, wasabi y jengibre

Precio de la comida para llevar, sin bebidas (2 personas): 21,30€. La calidad no es la misma que uno pueda esperar en un restaurante japonés pero es correcta para un local de comida rápida. El precio quizás pueda parecer elevado pero la comida japonesa no es precisamente barata.

En fin, un local donde los fanáticos de la comida japonesa nos podemos desahogar sin rascarnos mucho el bolsillo. Para más información, aquí su página de facebook.

Fotografías realizadas con la cámara Panasonic Lumix DMC-FZ45

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