Jamón de pato

Este nuevo año lo he comenzado con una nueva experiencia en la cocina: hacer mi propio jamón de pato. Todo fue gracias al post de Olleta de Verdures donde explicaba que ellos cada año hacen jamón de pato para Navidad.

Antes de las fiestas navideñas me acerqué a la boquería y compré magret de pato fresco y siguiendo las indicaciones de Olleta de Verdures :

- Lo dejé 1 día en la nevera con sal gorda y en un colador grande para que fuera perdiendo el agua.

- Lo cubrí de pimienta negra y algo de tomillo (toque personal porque me gusta mucho el tomillo) y lo dejé de nuevo 12 días en la nevera.

- A los 12 días lo saqué de la nevera para dejarlo secar. Tuve algún que otro problema técnico para colgarlo porque no encontraba con qué colgarlo hasta que mi madre me consiguió una especie de pincho que utiliza ella para la ropa. Fuera ha de estar unos 15 días (yo me marqué en un calendario el día que se acababa de curar el jamón y el día antes no me pude resistir y lo probé..).

Un resultado excelente: un jamón de pato riquísimo. A mí especialmente me gusta ese toque que le da la pimienta. Y para comerlo, basta con cortar unas finas lonchas y presentarlo con tostaditas o pan.

Me ha parecido una receta muy sencilla, lo único es el tiempo que se tarda (aproximadamente un mes) pero sinceramente merece la pena. El jamón de pato ya no vuelvo a comprarlo en el supermercado....

De nuevo, gracias por la receta.

Cuines de Santa Caterina (Barcelona)

Cuines de Santa Caterina
Mercat de Sta. Caterina
Avda. Francesc Cambó, 16
08003 Barcelona
Telf: 93 268 99 18

Era la segunda vez que comía en Cuines de Santa Caterina, la primera vez resultó muy satisfactoria y quería llevar a Juan para que me diera su opinión.

Como sabía que no hacen reserva, nos presentamos bien prontito, hacia la una y media. Nos dimos cuenta de que de prontito nada, el local ya estaba lleno llenísimo de gente y nos olíamos que íbamos a tener que esperar.

Afortunadamente el chico de la entrada nos dijo que había sitio en la barra para dos personas y que si lo preferíamos así no tendríamos que esperar. Y así lo hicimos, comimos en la barra, más concretamente en la barra mediterránea. El local, a parte de las mesas del centro, tiene cuatro espacios con barra: barra para desayunos y tapas, barra vegetariana y sushi, barra mediterránea y barra asiática.

Pero lo que quizás hace más gracia es que el restuarante se encuentra en el mismo Mercat de Santa Caterina, es más desde el restaurante se pueden ver las paraditas. Yo creo que esto es lo que lo hace más especial y lo que atrae tanto a los turistas.

La carta va variando con los días, en cada una de las barras tiene unos paneles luminoso que te enseñan cuáles son los platos del día. La carta está impresa en los mantele sindividuales y la comida se divide en: comida mediterránea (incluido tapas), vegetariana u oriental.

Lo que degustamos:

- Escalivada con queso de cabra: Bien, sin ser un plato excepcional.

- Provolone con tomate confitado y salsa pesto: La primera vez que fuimos a Cuines de Sant Caterina escogimos este plato y fue uno de los que más me gustó. Esta segunda vez había una diferencia, los trocitos de tomates eran más bien verdes mientras que la primera vez habían sido tomates cherry rojos y yo los noté más confitados. Igualmente estaba rico este plato pero me gustó más la primera vez. Entiendo que en función de los ingredientes que tienen en la cocina, sus platos se cocinan de una forma u otra.

- Butifarra con mongetes y foie: Típico plato de cocina catalana al que no se puede resistir Juan. Yo no soy mucho de estos platos, sobre todo porque me llenan mucho. La butifarra muy buena, a la brasa, el resto de plato nada en especial.

- Pollo al curry: Pollo deliciosamente tierno acompañado de un arroz en su punto y salsa curry. Al pedir te preguntan si quieres que la salsa curry sea picante o no y yo la verdad es que la prefiero no picante. Decir que para mí este es el plato más bueno de todos los que probé entre la primera y segunda vez que he ido a Cuines de Santa Caterina. El pollo como ya he dicho tierno, tiernísimo, el arroz en su punto y la salsa muy ligera pero muy que muy gustosa. Si vuelvo, está claro que repetiré este plato.

No tomamos postres, proque los platos eran contundentes y no llegamos con hambre a los postres. Decir que tienen como una mesa en el centro de la sala donde se pueden ver tanto los postres del día como la elaboración de los mismos. Muy original.

El precio de la comida: 44,60 euros para 2 personas (con tres aguas, sin cafés y sin postre). El precio medio de los platos son 10€. En algunos platos lo encuentro correcto, en otros no.

Baladin Rive Gauche (Paris)

Restaurante Baladin Rive Gauche
12 rue Saint Severin
75005 Paris

La última noche improvisamos con la cena. De camino ya para el hotel, después de caminar y caminar durante todo el día, encontramos una callecita con interesantes restaurantes, la rue Saint-Severin. La mayoría de restaurantes ofrecían menú de noche por precios muy asequibles (entre los 15-25 euros) para ser Paris.

Del restaurante Baladin Rive Gauche nos gustó el menú y decidimos entrar. Nada más entrar nos dimos cuenta de que el local estaba dividido en dos espacios: una primera planta superior más parecida a comidas rápidas y bar y una segunda planta amenizada por un trieto de cantantes. A nosotras nos llevaron directamente a esta planta (sin preguntar).

Recuerdo que el menú rondaba por los 15 euros pero la mirar la carta me di cuenta que señalaba que si querías el menú en la segunda planta el precio se incrementaba a 25 euros. Nosotras esta vez fuimos de carta. Yo especialmente ansiaba por comer magret de pato aquel día y así fue.

Resultó fantástico el lugar. Las chicas a través de su piano, violín y su propia voz hacían que el restaurante tuviera un toque muy romántico. En la carta se veía claramente que se trataba de un restaurante con cocina tradicional francesa.

Pedimos pollo asado a las hierbas y magret de pato. El magret de pato estaba en su punto, poco hecho y con una salsa que no conseguí adivinar (no sé si era de grosellas, de arándanos..) pero que hacían una combinación perfecta. Venía también acompañado de una salsa de albaricoque y pastel de patata, ambos dos muy buenos también.

De postre pedimos Ille flotant y Tarta Tatin. La Ille flotant ya la habíamos probado el primer día de nuestra estancia en Paris y nos resultó rica. No conocía yo este postre y nada más llegar a Barcelona investigué: está compuesta por un cuerpo de merengue muy ligero y esponjoso.y se elabora con claras azucaradas montadas a punto de nieve, las dos veces nos lo sirvieron con crema inglesa de fondo.

Y qué decir de la Tarta Tatin, buenísima! Suelo poner pocos signos de admiración en el blog pero es que este postre se merece uno. Yo había probado Tarta tatin ya en algún restaurante de Barcelona pero creo que aquellas que probé no lo eran relamente. Ésta estaba hecha sólo con manzana, nada de base de hojaldre ni nada. Las manzanas dulces y sabrosas, perfectamente caramelizadas. Cada bocado era un manjar. Desde que la probé allí tengo el reto de cocinar Tarta tatin en casa y ver cómo me queda...

Para beber decidimos pedir un vino rosado Les Egletieres de Côtes de Provence y una jarra de agua (muy bonita porque estaba realizada con cristal roto).

Precio de la cena: 73,50€ para 2 personas. Algo caro sí, pero lo pagamos gustosamente por el buen rato que pasamos tanto comiendo como escuchando a aquellas chicas con el piano y violín. Hay que tener en cuenta que para mí tanto el magret de pato como la tarta me parecieron excelentísimos...y a tener en cuenta también que se trata de Paris...

Esta vez sí que pudimos disfrutar de una cena típicamente francesa.

Creperie des Arts (Paris, Francia)

De Paris no nos podíamos ir sin pasar por una crepería. La Creperie des Arts se encuentra en la rue Saint André des Arts pero decir que todas esas callejuelas del barrio Saint Michel (parada de metro con el mismo nombre) están plagadas de creperías, todas ellas con muy buena pinta. Ésta en especial nos llamó la atención desde fuera y luego dentro la verdad es que todavía nos asombró más.

Las paredes blancas, cerámicas, estatuas de estilo griego, mesas y bancos de piedra caracterizan el local de este restaurante. Como mucho unos 20 comensales pero un sitio muy agradable para comer un buen crepe parisino.

Tienen un menú muy económico (creo que no llegaba a los 10€) en el que se incluye crepe salado, con un par de opciones, y crepe dulce de postre. Nosotras preferimos elegir un crepe de la carta:

- Crepe de pollo: pollo, queso y salsa de tomate

- Crepe especial: cebolla, pimiento, jamón dulce, salsa de tomate acompañado de ensalada y huevo frito. La salsa picaba y fastidiaba la combinación de sabores. Mejor el crepe de pollo.

Para beber, una jarra de agua. A los dos días de estar en Paris nos percatamos que en los restaurantes, la gente pedía jarras de agua y así hicimos nosotras. Dato a tener en cuenta si sobre todo quieres que sea algo más económica la comida ya que no te cobran la jarra de agua.

Pagamos por los dos crepes, una coca-cola y la jarra de agua 21 €. Muy económico.

Una de las cosas que más me asombró fue ver que la sidra era la bebida típica del restaurante. Leyendo por la red he descubierto que los crepes son originalmente de Bretaña (oeste de Francia), región donde suelen acompañar los crepes con sidra especialmente en la llamada fiesta de la Candelaria. Algo especial también, fue el color de los crepes salados, algo más oscuro de lo habitual mientras que los dulces sí que tenían el color al que están acostumbrados mis ojos (más blanquinoso). Yo me olía que sería un tema de harina e investigando he descubierto que efectivamente para los salados utilizan harina de trigo sarraceno mientras que para los dulces de tipo candeal (el de siempre, vamos).

Lo que aprende una en una sencilla crepería...

La Chocolaterie, mi nueva chocolatera eléctrica

Otro de los regalos que he recibido estas navidades pasadas ha sido una chocolatera eléctrica, la Chocolatiere. Todavía no la he utilizado pero no creo que tardemos mucho porque lo de hacer fondues de chocolate con fruta está empezando a ser bastante usual por casa..
La gracia de esta chocolatera eléctrica, además de poder hacer fondue sin necesidad de utilizar el fuego, es que lleva como accesorios diferentes moldes para poder hacerte tus propios bombones. Entiendo que seguramente podré hacer mis propias mezclas de chocolate (estoy pensando en algo así como chocolate con menta) y crear bombones al gusto.
Ya tengo ganas de probarla...

Barcelona Restaurants&More; de Taschen

En Paris visitamos también la famosa librería Taschen. En ella podemos encontrar libros de arte y cultura en general de excelente calidad. Si por algo se caracteriza esta editorial también es por editar libros inusuales, diferentes, entre los que podemos destacar también los libros eróticos.

Como no, en Taschen, encontré uno ideal para mí y no dudé ni un momento en comprarlo: Barcelona Restaurants&More by Angelika Taschen. Yo creía que el precio iba a ser algo desorbitado y al contrario me resultó hasta barato para ser Paris y para ser la librería que era (creo que pagué por él unos 19 euros). De Angelika Taschen también podemos encontrar de la misma colección, tanto para Barcelona como para otras ciudades como Paris: Hotels&More y Shops&More.
En el libro podemos encontrar restaurantes como la marisquería El Botafumeiro, o la conocida granja La Pallaresa o la cervecería el Vaso de Oro. Con ello quiero decir que no sólo, como bien dice su título, podemos encontrar restaurantes sino que además incluye sitios característicos de Barcelona. A destacar sobre todo la calidad de las fotografías.

Quizás la única pega del libro es que en el apartado de descripción del local sólo lo encontramos en inglés, francés o alemán...nada de español. Pero tratándose de una guía de ámbito internacional, quizás sea normal.

A mí me servirá como una guía más y además me hará gracia ir visitando y tachando a la vez de la lista los restaurantes o locales que ya haya visitado de este libro...

Página web de la editorial: https://www.taschen.com/

Le Kong (Paris)

Restaurant Kong
1, rue du Pont Neuf, 75001 Paris
Tél. 01 40 390 900 Fax. 01 40 390 910

Adictas nosotras a la serie Sexo en Nueva York, antes de llegar a Paris ya teníamos reservada mesa para el restaurante Le Kong, conocido para nosotras como el restaurante más fashionista en el que come Carrie Bradshaw, protagonista de la serie. Una amiga nuestra se encargó de llamar y reservar en francés puesto que nosotras ninguna de las dos hablamos en francés..

Así que una de las citas obligadísimas era la de cenar en el restaurante Le Kong, ubicado en una cúpula con vidrieras del año 1900 en el último piso del edificio Kenzo de la rue du Pont Neuf. Nos acicalamos para la ocasión y llegamos allí puntuales. En la puerta principal del edificio, un segurata allí plantado nos pregunta a qué piso vamos y nosotras toda orgullosas contestamos: "Le Kong.." ("Oiga usted que tenemos reserva..")

Nada más entrar nos recogen las chaquetas, preguntan por nuestro nombre y nos muestran amablemente la barra del bar para esperar porque todavía no está preparada la mesa. Nosotras metiéndonos en nuestro papel más cool nos pedimos un cóctel y una copa de vino.

Este restaurante lo destacaría yo por su modernidad, no creo que haya un restaurante más fashionista que este en 3000km a su alrededor. Las paredes con televisiones planas e imágenes de chicas estilo Manga, la barra del bar de cristal con luz tenue rojiza y flores secas, sofás de piel blancos con cristaleras decoradas con las mismas caras, sillas de metacrilato, una gran Geisha en el techo...de moderno tiene un rato y la verdad es que merece la pena verlo. Sobre las vistas no puedo decir nada porque nos colocaron bastante en el centro, pero entiendo que tanto de día como de noche deben ser magníficas. Una de las pocas pegas que le puedo poner al local es la iluminación, supongo que el restaurante es más bonito de día porque con las vidrieras debe tener mucha luz natural, pero de noche lo vi muy oscuro tanto para comer cómodamente como para admirar la decoración del lugar.

Yo lo veo más como un restaurante para ir en pareja pero la verdad es que allí nos encontramos de todo: desde parejitas muy modernas hasta familias de turistas con niños.

Seré breve en cuanto a lo que cenamos:

- Ensalada de tomate, mozarella "Di Buffala"
- Dúo de foie gras "Belle & Zen"
- Pollo caramelizado con papatas fritas
- Steak tartar con puré de patatas
- Tarta de manzana
- Galleta mediana de Pierre Hermé

El precio: unos 55€/persona sin vino (¡sin vino!).

El resultado de la comida para mí fue bastante insatisfactorio. No porque me esperara algo más sino porque pecan mucho en la calidad de los platos (mientras que en la presentación sí que se esmeran).

Según la página web dicen que se trata de cocina de fusión, japonesa y francesa, y a mí en la carta, además de encontrarme con muy poquitos platos, no destaco la presencia de muchos platos franceses ni japoneses (quizás es que como yo ya no le pongo fronteras a la cocina..). A tener en cuenta que en su carta podemos encontrar lo que llaman ellos "jamón de bellota", le pongo comillas porque vimos como la mesa de al lado lo pedía y comía y aquello de bellota tenía bien poco. ¿El jamón de bellota es francés o japonés?

Vinos en Paris

Una de las famosas tiendas de vinos de Francia es la llamada Nicolas. En internet ya había mirado antes dónde comprar vinos y ya sabía perfectamente que el vino que quería traerme de Paris lo compraría en Nicolas. Había visto también que la tienda más grande de Europa con respecto a vinos estaba en Paris pero como esta tienda ya existe en Barcelona (Lavinia) pues mejor echarle un vistazo a una típicamente parisina.

No esperaba por eso que nos encontráramos con tantas tiendas Nicolas por Paris. He de decir que casi cada día veíamos una diferente, en distinto lugar, claro. Las había de grandes, las había de pequeñas, céntricas, más apartadas..

Y de Paris pues quería traerme dos botellitas: una de champagne y otra de vino con Gewürztraminer. Dicho y hecho. El champagne me lo traje en botella pequeñita, para beberlo entre Juan y yo algún día especial, y el Gewürztraminer en botella grande. Este último ha sido un descubrimiento de hace poco. Los vinos que hemos probado con este tipo de uva nos han gustado mucho y como había leído que este tipo de uva es típica de Francia (Alsacia), pues quería una botellita con esta uva comprada en Francia..

La tienda Nicolas, dónde los compré, era pequeñita pero eso le daba un cierto encanto. Nos atendieron muy bien, incluso nos hablaron con un perfecto español algo que hizo que las compras salieran perfectas. Está claro que cuando vas a comprar vinos tienes que explicar cómo te gusta y para hacerlo en otro idioma es difícil.. Salí muy contenta de la tienda.

El champagne todavía no lo he probado, ya hablaré de él más tarde cuando lo abramos. La botella de vino sí que la hemos probado y decir que nos ha parecido demasiado seco. Los últimos vinos con Gewürztraminer que hemos probado eran mucho más dulces y nos gustaron más que este.

En la foto también se puede ver el paté de canard (paté de pato) que compré en Paris. Rico, pero aquí en Barcelona podemos encontrar algunos de igual o mejor calidad que este. No merece la pena comprar paté allí, en mi opinión.

Utensilios varios

Haremos un alto en el camino y antes de seguir explicando mis peripecias gastronómicas por Paris, me pararé a contaros los regalos que he tenido estas fiestas.

Este año se ve que han visto que esto de la cocina me gusta y sus majestades han decidido que siga cocinando para ellos.

Así que en la cocina estrenaremos:

- Set para hacer sushi con libro de recetas incluído

- Tabla y cuchillos para quesos

- Set de cuchillos y tijera Arcos (este era un regalo que me esperaba porque ansiaba tener unos cuchillos buenos y por fin!)

- Moldes para flan y pastel con forma de corazón

Está claro que les gusta cómo cocino ;-)

Maison Kayser. Un desayuno en Paris

Maison Kayser
14 rue Monge
5e Paris

A través del blog Escapadas por Europa conseguí muchas direcciones interesantes que visitar en Paris. Una de ellas fue la de la panadería Maison Kayser, según ellos, uno de los mejores panaderos de Paris. La verdad es que Paris está repleta de panaderías, pastelerías, cafés, etc. y cuál de ellos más apetitosos.

Así pues ya teníamos planeada una paradita en esta panadería y como una mañana no sabíamos dónde desayunar, fuimos a la panadería de la Maison Kayser de la rue Monge donde se suponía qué íbamos a encontrar uno de los mejores croissants de Paris.

Dicho y hecho. Llegamos y pedimos para desayunar un café con leche con croissant, una de mis debilidades a la hora de desayunar (sobre todo porque tengo prohibido el café y como lo tengo prohibido pues aun tengo más debilidad..).

La panadería es muy bonita, está dividida en dos: una primera parte dedicada a pasteles y otras delicatessen y una segunda parte dedicada más a pan y bollería para desayunar. De nuevo, macarons en el mostrador, aunque no precisamente eran los que llamaban más la atención.

El croissant estaba ciertamente muy rico, blandito y esponjoso. Recién hecho con el café con leche fue todo un placer. Desayunamos en una pequeña barra junto a los pasteles y no había manera de apartar la vista de ellos.

El precio, pues caro, como en cualquier cafetería de Paris. El café 4 euros, el croissant 2 euros, aproximadamente. Pero está claro que yo los pago por el simple hecho de estar allí desayunando uno de los mejores croissants de Paris con esas vistas...

Los "Macarons" de Pierre Hermé

Hace poco me he escapado unos días a Paris. Como todos mis viajes, este ha tenido también algo de gastronómico. Y hoy empiezo relatando sobre ello...

Una de las visitas que tenía muy clara desde el principio era la de la tienda de Pierre Hermé. Había leído mucho por internet y teniendo en cuenta que lo ponen como uno de los mejores pasteleros del mundo, yo no iba a dejar escapar la ocasión de visitar una de sus pastelerías.

La que fuimos a visitar estaba en la rue Cambon, cerca de la plaza Vendome. Nada más entrar a la izquierda estaban todos los macarons...y yo claro volviéndome loca. Los macarons (aunque por su nombre parece que sean macarrones) son galletas que suelen tener sabores muy fuertes y diferentes a los que estamos acostumbrados, incluso Pierre Herme se atreve a combinar sabores entre la pasta de fuera y el chocolate de dentro.

Cogí cajitas de 7 macarrons (17€) con algunos sabores tradicionales como fruta de la pasión con chocolate, pétalos de rosa o trufa blanca con avellana y me arriesgué probando con Les Macarons d'Exception, una novedad especial para estas navidades: higos con foie gras, chocolate con foie gras, etc.

Decir que los sabores están conseguidísimos. La que más me ha impresionado, por ahora (porque todavía nos quedan por probar) ha sido la de pétalos de rosa. Es increíble cómo se puede llegar a reconocer una flor a través del gusto cuando normalmente lo hacemos a través del olfato.

Pero no sólo Pierre Herme tiene macarons, también se pueden encontrar en otras pastelerías, aunque claro, se tratan de macarons "falsos" y el sabor ya no sé yo..

La próxima vez que vaya a Paris me traigo un pastel que tienen una pinta increíble en la página web .
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