- Amorsito de mi corasón, hay huevos que gastar.
- ¿¡Qué quieres decirme con eso?!?!
- Pues que si haces la cena, que gastes los huevos.
- ¿Y qué hago?
- Siempre me lo preguntas... esta vez, sorpréndeme.
Y eso hizo. Sorprenderme. Mi maridito se sacó de la manga este revuelto de jamón ibérico, tomate y cebolla y lo clavó. Con cuatro sencillos ingredientes, que eran lo que aquel día había por la nevera, acabó haciendo un plato que se ha convertido en un clásico de nuestra cocina.
4 huevos
1 cebolla mediana
100gr de tacos de jamón ibérico
1 tomate pequeño
pimentón dulce
Ponemos la cebolla picada a pochar. Una vez pochada le añadimos una cucharadita de pimentón dulce, mezclamos y retiramos. En el mismo aceite donde hemos cocinado la cebolla sofreímos los tacos de jamón un poco. Añadimos el tomate picado al jamón y dejamos hasta que se poche el tomate, entonces añadimos la cebolla que habíamos retirado. Se remueve todo y añadimos los cuatro huevos previamente batidos con un poquito de sal. Removemos de nuevo hasta que el huevo coja algo de consistencia y se retira.
Servir caliente y con rebanadas de pan.