Sábado de sol. Mayo. Sí, en mayo y ya un solazo increíble. Así que nada mejor que ir a la playa a comer arroz. La mezcla sol, arroz y playa es perfecta.
Destino: Castelldefels. Teníamos muy claro que íbamos sin reserva, por eso a la una del mediodía ya estábamos moviendonos para coger sitio. El restaurante que habíamos pensado ya era un usual en nuestra lista de "restaurantes de playa": Bar restaurante Patricio, un sitio muy bueno en cuanto a calidad-precio y que además estaba a pie de playa.
Íbamos sin plano pero habíamos ido tantas veces que no lo necesitábamos (o sí). Comenzamos a dar vueltas y vueltas y vueltas y no había manera de encontrarlo. Cuadno ya eran las dos del mediodía, desesperados ya, decidimos empezar a buscar otro sitio donde comer. La última vuelta que dimos en su busca nos percatamos que allá donde debería haber estado la casita de playa del restaurante no había nada, sólo obras. Es decir, ya no existía. Con razón no lo encontrábamos..
Efectivamente en la página web pone que se han trasladado, ahora ya no está a pie de playa...
Un poco más céntrico encontramos el restaurante El Péndulo. Cumplía todos los requisitos: a pie de playa, terracita y arroz. También tienen mesas en el interior y el local es bastante grande. A partir de las 18h aproxiamdamente el locals e convierte en El Péndulo Beach Club, para tomarse unas copas frente al mar.
La carta, que se presenta a modo de carta de correspondencia, no es muy extensa pero sí completa: desde tapitas hasta magret de pato. Para otra vez probaremos a comer a base de tapitas mediterráneas frente al mediterráneo.
Nuesta comida:
- Mejillones al Jerez: Grandes y buenos. Salsita algo acuosa pero bien.
- Pan: de cebolla, de pasas, de nueces, todos buenísimos y como si estuviesen recién hechos.
- Croquetas de bacalao: Buenísimas de sabor y crujientes como a mí me gustan. Gran plato, que además improvisamos al ver que en otra mesa se lo pedían.
- Arroz caldoso con bogavante: Correctillo, le faltaba un tiempecillo más al arroz porque estaba un poco duro.
- Fresas a la pimienta: Muchas veces el aspecto engaña y esta fue una de ellas. El plato vino así. Pensé que las fresas estaban pasadas pero realmente estaban tibias y cocinadas así, con pimienta, a propósito. Muy buenas y con el helado buena combinación.
- Coulant de chocolate. Correcto.
- Para beber: vino L'Alba Mas Tinell Blanc de Luna (Penedés), agua y un par de Coca-Colas. El vino algo seco para nosotros pero fresquito entró muy bien.
Precio: 80,20€ (2 personas incluyendo cafés también).
Aparte de lo explicado tambien hay que decir que el trato fue muy bueno a mi parecer, nos sentaron enseguida sin tener reserva y estuvieron muy atentos, despues de la tension de no encontrar tras dos vueltas a castelldefels el otro restaurante fue un atenuador de esa tension ;)
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