Desde que fuimos a la Taberna Paco Meralgo y probé de postre las torrijas de Santa Teresa, me quedé con el gustillo de hacerlas yo misma o probar otras diferentes. Como tengo una lista inmensa de platos a cocinar, en este caso fue mi tío el que me proporcionó dicho placer elaborando él las torrijas.
Realmente se trata de un postre sencillo porque basta con tener pan, azúcar, huevos, aceite y leche, productos que normalmente andan por casa y, eso sí, un poco de canela. Y el método muy sencillo: se hierve la lecha con el azúcar y la canela, se moja el pan, se reboza de huevo y se fríe en aceite bien caliente.
Como este pan ya suelen venderlo cortado en bolsas, no hay que pasar por el engorro de cortar el pan en rodajas similares. A mí me gustaron bastante con este pan, creo que porque el pan de pagés tiene la corteza más bien tostadita. Hay que probarlo; eso sí, con una rebanada es suficiente!
Las torrijas son un invento de los buenos buenos buenos: sencillo, barato y suculento :))
ResponderSuprimirRiquísimas Arantxi, tu tío las hace igualitas que mi madre que es como más me gustan a mí, crujientitas y con la canelita y el azúcar. Resulta que aquí en Sevilla son un dulce muy tradicional de la ciudad, pero las hacen empapándolas previamente en vino y luego le ponen mucha miel después de freirlas. A la gente les encanta y en Semana Santa están los escaparates de las pastelerías a rebosar de torrijas, pero a mi me gustan más las otras.
ResponderSuprimirUno de los mayores placeres de esta vida es comerse una buena torrija¡¡¡¡
ResponderSuprimirUn abrazo
Angel
Totalmente de acuerdo con tus preferencias de la cocina tradicional y con los comentarios anteriores de que una buena torrija, es lo más.
ResponderSuprimirEstas tienen una pinta estupenda.
Un abrazo
Mi madre las hacía parecidas a las que cuenta Madame Delikat: sin vino, pero con mucha miel diluída para que quedara como un caldito con el que se regaba la torrija tras sacarla de la sartén. Cuando consiga quitarme de encima los kilos que me he puesto en Cabo Verde (¡ay, la cachupa!) las voy a hacer. Con el vino, por supuesto ;-)
ResponderSuprimirAcá en casa las hago a cada rato, con vino y sirope para servirlas, nos encantan, aunque donde vivo sea casi un pecado.
ResponderSuprimirMuy buen blog, felicitaciones.